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Aqui postado por taaf em 15/03/2015 - 20:08

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 quinta dez 12, 2013 2:41 pm

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Diário, depois do Meson
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" No sé por qué escuché a Nicolás; no sé por qué le hice caso; pero fue un desastre el invento.

Yo quería presionarlo, incomodarlo, llevándome a un sitio que ÉL frecuentara, quería que padeciera que la gente lo viera con una mujer fea, que padeciera sus propias burlas y sus desprecios;

pero la segunda parte fue un desastre.

No debí coquetearle para hacerle sufrir en público, no puedo arriesgarme a esos juegos, porque aún, por encima de los desastres, por encima de que me pulverizó la vida, aún lo amo.

Su sola proximidad me agita el corazón, el solo contacto con su piel me envía el mensaje a todas partes de mi cuerpo, que ÉL aún sigue vivo dentro de mí, que lo necesito, que lo amo.

Estuve a punto de caer y eso no me lo perdono.

El deseo y el amor irracional le ganaron a la dignidad.

No me perdono que haya flaqueado ante sus besos y sus caricias, cuando tengo la certeza de la repugnancia que le genero, del asco que le producen mis besos.

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A esta hora debe estar acostado al lado de Doña Marcela.

Ya debió bañarse, ya debió quitarse todo lo que mi contacto le produjo, mientras que yo me quedo con su olor, con su aliento, con la sensación de sus besos.

Sé que debe estar sufriendo por su empresa, como yo sufro por su engaño.

Sé cuánto está sufriendo por la presencia de Nicolás, el temor que le produce, y que tanto disfraza bajo la excusa de los celos, pero ÉL se lo ha buscado.

No soporto la desconfianza que le tiene y que nos lanzó a esta tragedia.

Y menos soporto el desprecio que le tiene, como si Nicolás fuera inferior a ÉL, como si no pudiera acceder a otras cosas.

Mientras ÉL no me hable, mientras ÉL no me enfrente y me pida perdón;

Nicolás seguirá siendo el fantasma que lo mortifica, tal y como ÉL lo creó.

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En eso no voy a desistir, en lo que sí debo desistir es en volver a acercarme a ÉL.

Esta noche aprendí que aún me falta demasiado para que mi piel y mi corazón lo rechacen y lo odien.

Estoy muy débil, tengo que mantenerlo a una distancia que no me inquiete, por lo menos hasta que pueda irme definitivamente de su lado.

Que espero que sea muy pronto.


Aqui postado por taaf em 15/03/2015 - 20:08
Conheça e ame, como EU AMO!, o forum SENTIRES!!

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Postado por Taaf em 05/08/2014 - 22:50
(perdão!, ontem precisei deste texto, e... só então descobri que ele não estava aqui!!!
Postando hoje!,então, e... desculpem a demora!!!!!)

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EL DESASTRE EN EL MESÓNMarch 21 2009 at 2:57 PM
No score for this post Jorge (Acceso Jorgepaco)
Forum Owner
Response to ESCENAS DE BETTY LA FEA. AMO A BETTY

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El desastre en el Mesón de San Diego
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Armando va al baño a contestar una llamada de Marcela y mira en su celular a quién llamó Betty, al no reconocer el número lo marca y le contesta Nicolás. Armando vuelve donde Betty muy enfadado. Ella ha estado molestándolo, tratando de besarlo para "probarle" que sí lo ama, que siente mucho más por él que por Nicolás. Él ha estado incómodo con todo esto -- claro, por el que dirán... aunque, antes de que sonara el celular, casi la besa porque ya era obvio que sus defensas estaban más bajas que nunca. Armando está que trina de celos al haberse enterado que Betty llamó a Nicolás. Betty le miente y le dice que llamó a su casa... Ella le pregunta que qué tiene que hacer para demostrarle que lo ama...

A: ¡No diciéndome mentiras Beatriz, usted me mintió, usted no llamó a su casa!

B: ¡¡¡Usted a mí no me grita!!!

A: Y usted no juega conmigo: ¿Cómo así que me pidió el celular, se va al baño

y vuelve a decirme que no tiene absolutamente nada con Nicolás Mora, y cuando puedo darme cuenta descubro en la pantalla de MI CELULAR el teléfono de ese cretino? DÍGAME ¿Con quién cree usted que está hablando?

B: ¿Cuánto cuesta la llamada? ¡¡Dígame cuánto le debo!!

A: Betty no sea ridícula, me importa un bledo cuánto cuesta esa llamada. Lo que sí me importa es la desfachatez...

B: ¿Ah, yo soy una descarada? ¡Usted a mi no me ofende, ADIOS!

A: ¡Usted no se va de aquí!

B: (casi gritando) ¡Trate de impedírmelo, éste es su sitio, ésta es su gente, si da el espectáculo y trata de detenerme usted es el que sale perdiendo. A mí no me importa lo que diga esta gente, ¡a fin de cuentas no soy más que una descarada que anda con dos tipos...!

Beatriz sale del Mesón y Armando la sigue. Ya afuera....

A: Betty tenemos que hablar. Betty deténgase que tenemos que aclarar las cosas...

B: (sin detenerse) ¡No hable con descaradas!

A: Yo se que usted se indigna a que yo le diga descarada, ¿pero acaso no es un descaro lo que está haciendo? DÍGAMELO. Dígame ¿no es un descaro, Beatriz? Acéptelo. ¿Usted me quiere volver loco? Pues usted me está volviendo totalmente loco, pero usted no se va de acá y me va a dejar botado como SIEMPRE LO HACE y totalmente confundido.

B: ¡Suélteme doctor! (la tenia cogida de los brazos) Me tengo que ir...

A: Usted no se va a ninguna parte hasta que no aclaremos las cosas, Beatriz.

B: ¡ACLARARAR QUÉ, DOCTOR! SI YA ESTÁ TODO ACLARADO... BEATRIZ PINZÓN SOLANO ANDA CON DOS TIPOS ¿Qué más quiere aclarar sobre nosotros... ya lo sabe todo. ADIOS

A: ¡Ah! ¿Entonces terminamos? ¡TERMINAMOS! ¡¡Eso es!! (está ya bastante cabreado el doctorcito)

B:¿ESTÁ DISPUESTO A COMPARTIRME? PORQUE YO SÍ ESTOY DISPUESTA, PORQUE ESA ES BEATRIZ PINZÓN SOLANO -- directito al corazón del asunto, ¿no?

A: Está bien, me equivoqué lo se, me equivoqué, es que me siento mal Beatriz... Entiéndalo es muy difícil lo que está pasando entre nosotros dos, se me complicaron las cosas demasiado. (jejejejeje, y tanto que se le complicaron, ¡¡¡se enamoró!!!). Pero yo sé que las podemos solucionar, yo se que si entramos ahí y hablamos, aclaramos todo. Ande, vamos a entrar...

B: ¿Volver a entrar ahí? ¿Para qué!? ¿Para que siga sufriendo?¿Para que se mortifique por estar exhibiéndose conmigo?

A: A MÍ NO ME MORTIFICA ESTAR CON USTED NO DIGA ESO

B: SÍ LE MORTIFICA

A: ¡¡¡NO, NO ES ASÍ!!!

B: ¡¡Sí!! Me lo demostró toda la noche...

A: ¿POR QUÉ?¿PORQUE NO LA BESÉ DELANTE DE TODO EL MUNDO, PORQUE NO LA ACARICIÉ? ¡¡MALDITA SEA, BEATRIZ!!

Le voy a demostrar todo lo que siento por usted...

Armando la abraza e intenta besarla, pero ella lo rechaza...

B: ¡¡NO SE ATREVA!!

A: ¿Cómo que no me atreva? ¡Me tentó todo el tiempo allá en

ese sitio¡ ¿Sí?, a que la besara a que la acariciara y ¡ahora me dice que no me atreva! ¡¡Pues yo sí quiero besarla!! Me muero.... me muero por besarla...

Segundo intento de Armando... Betty se resiste como puede, pero es obvio que está por caer prontico...

B: ¡¡Mmmmm!! ¡¡Está loco doctor!!

A: Sí, pero loco por usted, estoy loco por usted. ¿No lo entiende? Me están matando los celos por Nicolás Mora, me está matando usted, me está rompiendo el corazón...

De nuevo Armando la intenta besar, le llega a tocar los labios pero ella se

separa y su expresión es de asco...

A: Le voy a demostrar cuanto la amo, cuanto la quiero. Vea, ningún Nicolás Mora la merece tanto como la merezco yo y ¿sabe por qué? porque yo la amo.

Se acerca para besarla...

B: No lo haga doctor... (¡sí, sí, béseme doctor!)

A: Me muero por besarla...

Logra besarla, en principio ella se resiste, pero finalmente no puede más y se besan apasionadamente (las gafas de Betty, que tienen su propia vida, comienzan a moverse muy animaditas...). Se separan por un momento.....

A: ¿Sabe qué? Vamos a otro sitio, donde podamos estar juntos, tranquilos, solos, me muero por estar con usted... (hay que recordar que desde la segunda noche con Betty, nuestro pobre Armandito está practicando el celibato forzado...).

Betty cómo no se pone las gafas y de nuevo se besan apasionadamente, hasta que Betty se da cuenta de que ha vuelto a caer en sus redes y logra separase, Armando pone cara de extrañado...

A: ¿Qué pasa?

B: ¡NO ME TOQUE!

A: ¿Por qué no la toco? ¡¡¡Dígame qué pasa!!!

B: Me tengo que ir...

A: ¿PARA DÓNDE?

B: ¡PARA MI CASA!

A: Beatriz por favor, por favor. Vea yo sé que he hecho las cosas mal,

¡MALDITA SEA, SI LAS HE HECHO MAL TODA MI VIDA!! (¡Descubrió el Mediterráneo, que gran verdad!). Pero no se puede ir para su casa porque teneos que aclarar las cosas, entiéndame, quédese un momento y aclaramos todo. ¿Sí? Por favor...

B: No doctor, me tengo que ir.

Betty llama a un taxi y está abriendo la puerta de éste cuando Armando la cierra de un portazo.

A: Se lo ruego Beatriz no se monte. Vea vamos a hacer una cosa ¿Sí? Usted se queda conmigo, hablamos, vamos a otra parte si quiere, y yo luego la llevo a su casa. ¿A usted qué le parece?

B: No doctor, hablemos mañana...

A: Beatriz por favor no se vaya, no me deje aquí solo, vea yo se que no fui

la mejor persona del mundo allá dentro, pero estoy aquí y la estoy mirando a los ojos para demostrarle cuanto... (hace una pausa como no creyendose lo que va a decir, porque el tipo suena muy sincero) cuanto la amo, cuanto la deseo, es más, me muero por estar esta noche, toda la noche con usted.

Mientras dice esto JArmitín está cogiendo la cara de Betty con sus manos. (ayyyyyyy)

B: Sí ya lo oí doctor, pero es que yo no lo deseo, yo no quiero estar con usted... (jejejejjejeje)

Betty entra al taxi y se va, Armando chilla: ¡Betty! ¡¡¡Hablemos Betty!!!

JArmitín vuelve a entrar al Mesón y pide que le sirvan un whiskey en la barra, se frota la cara y se pasa los dedos por los labios...


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Postado por Taaf em 02/08/2013 - 06:58

Postagem original
March 21 2009 at 3:05 PM
Response to ESCENAS DE BETTY LA FEA. AMO A BETTY

PELEA ARMANDO Y NICOLÁS

Durante los preparativos para el lanzamiento antes de la fatídica junta, Inesita se desmaya y el médico le receta reposo en cama. Hugo y las del Cuartel (menos Berta, que se ha tenido que ir a su casa ya que su embarazo se le ha complicado) la acompañan a su casa para cuidarla. Freddy también va con ellas y se ocupa de ir a buscarle las medicinas a la farmacia. Betty se va con Nicolás y pasa por casa de Inesita a ver como está. Armando, que se está muriendo de los celos, llama a Inesita para ver como está y también para averiguar si Betty está allí -- y si está con Nicolás. Armando está muy bebido cuando llega a casa de Inesita. Cuando Betty se despide, Armando la sigue para evitar que se marche con Nicolás...

Betty: Nicolás, ábrame la puerta...

Armando: ¡Betty, espere!

Betty: Doctor, hablamos mañana en la oficina.

Armando: ¿Por qué mucho afán? (y la agarra del brazo para evitar que se monte en el carro)

Betty: Doctor, usted está tomado, además, su familia lo debe estar esperando.

Armando: Qué, ¿acaso estoy dañando algún plancito?

Nicolás: Cuidado con la puerta, que me la daña...

Betty: ¡Por favor, suélteme, doctor!

Armando: ¡No, a usted yo no la suelto, usted se va conmigo! (y la aferra a él)

Betty: ¿A dónde, doctor? ¡Usted está loco!

Armando: A un lugar donde podamos hablar, donde podamos estar tranquilos, solos...

Betty: ¡Yo no voy con usted a ninguna parte!

Nicolás se baja del carro...

Armando: No la voy a dejar, ¿saber por qué? Porque yo a usted la adoro, me muero por usted.

Nicolás: ¡Suéltela, suéltela!.

Armando: ¡Usted se calla! ¡Usted se calla y se mete al carro, tontarrón!

Nicolás: ¿Cómo me dijo?

Armando: ¡Estúpido, se mete al carro ya, pero ya, porque esto es entre ella y yo. Usted no tiene nada que hacer acá!

Nicolás: Lo que es con ella es conmigo, ¿oyó?

Armando: ¿Sí, desde cuando, venga pues?

Betty: ¡Por favor, doctor! Nicolás, ¡súbase, súbase!

Nicolás: ¡Olvídelo, olvídelo! Lo que es este tipo, ¡la respeta!

Armando: ¿Ah, sí?

Nicolás: Respete, señor, vamos, vamos...

Betty: Es lo mejor, doctor, mañana hablamos...

Armando: Ella se queda acá y se va conmigo.

Nicolás: ¿Está buscando problemas conmigo, no?

Armando: ¡El que tiene problemas conmigo es usted!

Nicolás: ¿Ah, sí, cuáles?

Betty: ¡Por favor, no vamos a discutir aquí! Súbase al carro, Nicolás.

Nicolás: No, Betty... Espere, espere, ¿a ver, cuáles problemas tiene conmigo, cuáles, cuáles?

Armando: ¿Sabe que problemas tengo con usted? Que usted es un abusivo, usted es un descarado y es un hampón, porque usted está usando un carro que no le pertenece y que además no se merece y sobretodo está gastando una fortuna que no es suya y usted sabe perfectamente es de TerraModa.

Nicolás: ¿Qué está insinuando, que le robamos, que le robamos? ¡Él puso $80 mil dólares y cree que se ganó el cielo! Usted no compró el carro, ni trabajó para comprar el carro y pagar los almuerzos, ¿qué es lo que está reclamando?

Armando: ¡Listo hermano, listo! ¿Usted quiere quedarse con la plata? ¡Quédese con su plata! ¡Pero a Betty me la deja en paz!

Betty: Doctor, usted no sabe lo que está diciendo. ¡Está borracho!

Armando: Sí sé lo que estoy diciendo, Beatriz. ¡Ese tipo está detrás de usted por la plata de TerraModa, ese tipo está detrás de usted por las comodidades que usted le da! ¡Ese tipo es un explotador, un explotador!

Nicolás: ¡Aquí el único explotador es usted! ¿Entiende? El delincuente, véalo, él es el delincuente.

Betty: ¡No más, Nicolás, por favor!

Nicolás: No, un momentito, Betty. Olvídese, no lo voy a dejar con Betty, no lo voy a dejar con ella, ¿entiende? Ella tiene quien la defienda de sus atrocidades...

Armando: ¡El héroe!

Nicolás: ¡Patán!

Armando: ¡El héroe, tenemos héroe acá! El héroe del Mercedes negro, el gerente de TerraModa. ¡Me estoy muriendo del miedo, gerente! ¿Qué me va a hacer?

Nicolás se quita el abrigo...

Nicolás: Tranquilito, doctor, no sea que lo haga pedazos. ¡Quítese, Betty!

Betty: ¡Nicolás!

Armando: No, tranquila, Betty. Yo quiero ver como me despedaza... ¡A ver, comience!

Nicolás se quita los espejuelos...

Nicolás: Oh, insiste, ¿no?

Betty: ¡Por favor, Nicolás!

Nicolás empieza a tirar golpes al aire...

Armando: (le mueve la mano frente a la cara a Nicolás) Aquí estoy, ciego...

Nicolás conecta un golpe a la cara de Armando...

Betty: ¡Por favor!

Nicolás: ¡Vio, vio!

Betty: ¡Por favor, no más!

Armando: ¡Se murió, se murió! ¡Ciego, estoy acá!

Armando le empieza a dar golpes a Nicolás y le pega duro. Betty le ruega que pare.

Esta escenita ha sido escuchada por nuestras amigas del Cuartel, Freddy y Hugo...

Hugo: (que fue a mirar por la ventana a ver que estaba pasando) Como les parece que Armando se está dando a trompadas con el novio de Betty!

Las del cuartel gritan...

Inesita: (a Freddy) ¡Vaya a ver si los separa!

Hugo: ¡Qué cantidad de bárbaros y de patanes hay en este país!

Inesita : No es la cantidad, es el ruido que hacen...

Las del Cuartel y Freddy salen y Betty le pide ayuda a Freddy. Armando lo aleja con un grito cuando lo trata de aguantar. Las del Cuartel insisten y Freddy lo agarra pero Armando le grita que lo deje porque si no le pega y lo despide. Freddy lo suelta. Betty se coloca entre Armando y Nicolás.

Betty: ¡No más, doctor, no más, por favor!

Armando: ¡A ver, valiente, a ver, hombre! Venga para acá... Y usted (a Betty), quítese o sino la quito yo...

Betty le da una bofetada fuertísima a Armando. Todos quedan sorprendidos, en especial Betty...

Hugo: !Amarren esas bestias! ¿Será que ya se acabo el escándalo? Muy bonito, no, doctor Armando... El distinguidísimo presidente de EcoModa, venir aquí a armar bochinche. Hincho de la perra. Claro, es que el señor no le basta con venir a estos barrios a armar un quibombo, no... Mire, ¿sabe qué? Usted no debería ser Armando Mendoza, sino Armando Bochinche. ¡Respete!

Betty: Por favor, pídanle disculpas a Inesita. Perdón, vamos, Nicolás móntese, yo manejo, vamos...

Hugo: ¡Ahora sí lo retrasaron del todo!

Nicolás: ¡Esto no se queda así! Fue que me cogió mal, mal parado...

Hugo: Está vomitando sangre...

Sofía: Vámonos para adentro...:

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Postado em 21/07/2013, por taaf
ARMANDO Y MARCELA ROMPEN
Response to ESCENAS DE BETTY LA FEA. AMO A BETTY

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A- Marcela...Marcela...(lee) “invita al matrimonio de su vida”...Marcela...Marcela...

M- Buenas noches, Armando Mendoza.

A- Hola.

M- Hola ¿Vas a tomar algo?

A- No...no, no quiero tomar...nada, y me parece que tu tampoco deberías beber tanto.

M- ¿Pero por qué? Si yo tengo cosas que celebrar, aquí había una fuerte apuesta a que tú esta noche no llegabas.

A- Yo te dije que iba a llevar a Alejandra al hotel y eso fue exactamente lo que hice, y traté de hacerlo en el menor tiempo posible para evitar suspicacias.

M- ¡¡¡Qué considerado!!!... Evitar suspicacias aquí conmigo...¿Pero en público no? Y, ¿qué le dijiste a la venezolana...que, que... que terminabas con esto y que regresabas?

A- Yo no le dije nada a Alejandra, porque yo no tengo nada con ella. Marcela, yo simplemente vine a hablar contigo y después de esa charla no tengo ninguna cita con Alejandra ni con nadie.

M- Bueno entonces te voy a ahorrar [poupar]  tiempo, mira, si vienes a terminar con esto...¡¡¡Perfecto!!! Hazme el favor y recoge todas las cosas...las tarjetas, tu maleta que no hizo sino que perpetuar tu presencia aquí en esta casa...recoge los regalos, todo...llévatelo todo y lárgate de aquí que no te quiero volver a ver...pero ni aquí ni en ninguna parte... ¿Sabes qué? Tienes el camino libre para estar con quien quieras...haz lo que tu quieras y lo que prefieras, pero mañana no me vas a ver en EcoModa.

A- ¡¡¡Marcela por favor esto no es fácil!!! No es precisamente esto... la charla que yo quiero tener contigo, no son los términos en los que quiero que hablemos.

M- Si la conclusión es que vas a terminar nuestra relación, te estoy ahorrando todo el tiempo del mundo...te estoy evitando tener que decirme cosas y te lo estoy simplificando todo.

A- Marcela...ven, ven...yo no vine a tomar una decisión mía, unilateral, todo lo contrario vine a que tomáramos una decisión de común acuerdo...vine a que habláramos y que termináramos todo esto de la mejor manera posible...que no termináramos mal.

M- ¿Qué? ¿Qué Armando?... Tú me estás diciendo a mí que tú pretendes que terminemos nuestra relación y no pasa nada?...mejor dicho...o sea nos damos un beso y ¿mañana qué? ¿Todo sigue igual? Por favor, tú no puedas pensar que yo esté de acuerdo en que termines una relación y que botes cuatro años de mi vida a la basura!!!

A- ¿Pero por qué a la basura?, no veo porque...

M- Claro que es a la basura, porque yo no voy a dejar que tú te lleves cuatro años de mi vida...yo he luchado por ti incondicionalmente, es más ni siquiera he mirado a otro hombre...cuando tú has estado con miles de mujeres.

A- Yo no tengo ninguna duda sobre ti Marcela, yo sé que tu comportamiento conmigo ha sido intachable.

M- No, es que ahí tú no tienes nada que reprochar, te lo he demostrado una y mil veces; es más, peleé con mi familia, peleé con mi hermano para que tú fueras el presidente de EcoModa, puse las manos sobre el fuego para que tú acabaras con la empresa, para que tú destrozaras todo y la perdimos, pero ahí estuve, apoyándote ¿no?

A- Yo no estoy desconociendo nada de eso.

M- Claro que lo estas desconociendo...estas desconociendo eso y estás desconociendo mucho más...por Dios, yo te he perdonado todas tus infidelidades, todas tus burlas, ¿no te perdoné que cancelaras mi matrimonio?, ¿no te perdone todo el ridículo social que me hiciste pasar?...te lo he perdonado todo, y de todos modos ahí estuve; me tocó tragarme casi a la muerte que tú me dijeras que estabas enamorado de Beatriz, y cuando vi que te había vuelto la vida pedazos, ahí también estuve, apoyándote... dándote otra oportunidad.

A- Creo que lo intentamos, ¿verdad?

M- ¿Dime que hice para merecerme todo esto? ¿Cuál fue el delito que yo cometí? Por favor me lo puedes explicar, porque es que yo no lo entiendo!!!

A- Yo creo que los dos sabemos que paso...creo que nunca lo hemos afrontado...Marcela esto se termino hace muchísimo tiempo.

M- ¿Hace muchísimo tiempo que se acabo que? ¿Cuándo yo dejé de sentir algo por ti, que yo no me había dado cuenta? ¿Cuándo se termino esto que yo no supe? ¿Qué es lo que se termino?... Es que no lo sé.

A- De pronto lo que tu sientes por mí, no se ha terminado, ¿verdad? Pero lo que yo siento por ti sí, el amor que te tenía se acabo...y si buscamos un momento en que todo eso sucedió puede ser el día en que yo te confesé que yo estaba enamorado de Betty.

M- Pero eso no es así, porque tú te enamoraste de ella antes de eso.

A- Marcela, yo te podría decir que yo me desenamoré de ti cuando me enamoré de Betty, pero te diría una mentira...cuando yo empecé a sentir lo que siento por Betty me di cuenta de que tú ya estabas fuera de mi corazón, así que ella no vino a ocupar tu lugar.

M- ¿Desde cuándo estás jugando conmigo?

A- No, yo jamás he estado jugando contigo Marcela, de verdad...yo jamás he estado jugando...yo jamás...Mira yo no he jugado, yo te amaba...te amaba de verdad y traté de proyectar una vida juntos, el uno al lado del otro...pero en algún momento este barco se nos fue a pique...y eso paso mucho antes que Betty llegara.

M- ¿Y en que momento, Armando?

A- No lo sé, no lo sé...no lo podría definir, no sé en que momento pasó eso...tengo imágenes en mi cabeza, tengo recuerdos que pueden explicar algo de todo esto...como tus celos desmesurados, como tus reproches constantes, como tu desconfianza, como los cálculos que hacías cuando yo salía de un cóctel para saber cuanto tiempo me demoraba en llegar a mi apartamento a ver si llegaba a tiempo, como tus llamadas incesantes a mi celular, como los interrogatorios acerca de mis movimientos...

Marcela, que até então o fitava, com olhos espantados, baixa o olhar e, talvez, passa a refletir sobre o que está lhe dizendo Armando

A – Me cercaste tanto, tanto, pero tanto Marcela, que me toco aprender a vivir en la asfixia, de tener que rendirte cuentas de hasta mis propios sueños. Marcela en un momento yo no sabía si te amaba o te temía, porque yo aprendí a tenerte miedo, aprendí a que nuestra relación estaba fundamentada en el miedo, en el miedo al escándalo, en el miedo al reproche en el miedo a los problemas, incluso así pensé que podía seguir viviendo contigo.

M- ¿Tú me estás diciendo que yo tengo la culpa?

A- No, no...yo no te estoy diciendo eso, porque yo no vine aquí a culparte de nada ni tampoco vine a lavarme las manos... yo simplemente vine acá a que habláramos los dos y los dos juntos tratáramos de indagar, de buscar ese momento, ese lugar de nuestra historia en que se perdió lo nuestro Marcela

M- ¿Ah, sí? ¿Y por qué no lo dijiste desde el principio? ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no hablaste cuando se te estaba desvaneciendo el amor? ¿Por qué dejaste que esto avanzara?

A- Porque no sabía en que momento se acabo el amor y comenzó el compromiso, no sabía.

M- ¿Tú estabas conmigo por compromiso?... ¿Sabes una cosa, Armando? Tú no viniste a terminar una relación, tu viniste a terminar conmigo... ¿Por cuánto más tiempo me vas a humillar?

Marcela se retira a su habitación, Armando va en su búsqueda.

A- Marcela yo no vine a humillarte, yo no vengo a eso.

A- Marcela...

M- No quiero escucharte, no me lo merezco.

A- Ese precisamente ha sido nuestro mayor error, el silencio. Marcela, de pronto ese error es mucho más mío que tuyo pero en todo caso no podemos darnos ese lujo en estos momentos...porque lo que vas a escuchar no es un sartal [lista, serie, rosário] de humillaciones, como tú piensas, todo lo contrario, vas a escuchar una historia de amor que pasó hace muchísimos años cuando un hombre conoció a una mujer y se enamoró profundamente de ella, y la vio crecer, la vio crecer a su lado, y cayo ante su arrolladora inteligencia, ante su sonrisa maravillosa, y se perdió en su... en su  sensualidad, tú no sabes, tú no sabes lo loco... loco que fui por ti, y todo lo que te amé; mira para mi lo más importante, y siempre lo será fue el día en que me dijiste que me amabas por primera vez, en que me aceptaste, ese día lo voy a guardar en mi corazón como lo mas sagrado, e lo voy a guardar por el resto que me quede de existencia, Marcela, y es precisamente ese el recuerdo que yo no quiero romper.

M- Lo estás rompiendo todo.

A- No, no, estoy tratando de poner todo en su sitio, Marcela. Estoy tratando de que tú entiendas que ni esto es un juego, ni que es una mentira, estoy tratando de rescatar los momentos sagrados, los momentos felices, te estoy diciendo que yo te amé, que te amé profundamente y que también en algún momento de nuestra vida el amor no fue suficiente para rescatarnos de lo cotidiano y de nuestros defectos. A mí me consta, a mí me consta, Marcela, que tú eres una mujer con capacidad de amar, y que amas mucho mejor que yo posiblemente, lo que pasa es que te enamoraste de un espejismo, de un hombre lleno de defectos, de un hombre neurótico, furioso, irresponsable...Marcela, yo no te merecí nunca, tu eres una mujer bella, bellísima, una mujer que es capaz de ser fiel de acción y de pensamiento, una mujer que se merece a alguien mucho mejor que yo.

M- Ese no es tu problema, yo sé de quien me enamore porque viví los mejores días de mi vida a su lado, y también lo padecí, y en medio del padecimiento, lo seguí amando.

A- Y te seguiste haciendo daño, Marcela, yo te agradezco que me hayas amado de la forma en que lo hiciste, pero también sé que en muchos momentos de tu vida fuiste lúcida y te pudiste haber dado cuenta de que yo era una causa perdida; incluso cuando te dije que me había enamorado de otra mujer tú me volviste a recibir, tú nunca te rindes.

M- Porque siempre regresaste a mí, tú me dijiste que te habías enamorado de Beatriz. Mira lo que hiciste esta noche, te exhibiste con otra mujer delante de Beatriz y delante mio, igual la vas a dejar a ella como dejaste a Beatriz, porque siempre voy a estar aquí esperándote.

A- Eso no va a volver a pasar, porque yo no te voy a volver a hacer daño, Marcela, y porque además jamás he dejado de amar a Betty

M- ¿Estás terminando conmigo para que te deje el campo libre?

A- Marcela, yo no estoy aquí por eso y tú lo sabes perfectamente, lo sabes más que nadie, sabes que yo jamás voy a volver a tener una oportunidad en mi vida con Beatriz después de todo lo que le hice...no estoy aquí por eso, yo estoy aquí para salvarme, para limpiar mi vida, para expiar mis culpas y para no volver a hacerle daño a nadie jamás en la vida, por eso estoy aquí, para decirte que no te voy a volver a hacer daño Marcela.

M- ¿Tú crees que dejándome no me vas a hacer daño?

A- Sé que en este momento te puedo estar haciendo mucho daño pero no va a ser comparable al daño que te puedo hacer si sigo a tu lado.

M- Eso déjamelo a mí, tu dices que yo tengo momentos de lucidez, sé lo que estoy peleando, yo te conozco más a ti de lo que tú. conoces a ti mismo.

A- Marcela, por favor.

M- Te conozco más que todas las mujeres que han estado a tu lado...Mira, yo no te estoy suplicando que no te vayas, te estoy pidiendo que lo pienses...Analízalo, tu vida no está equilibrada todavía, por favor.

A- Ya lo pensé, y ya sé lo que quiero en la vida, y sé lo que tengo que hacer.

M- Yo he tenido tanta paciencia esperando a que tú pases por este trance.

A- Marcela, y esa paciencia se te convirtió en un puñal, en tu propio puñal...Marcela, tú no has entendido, es que no vamos para ninguna parte...y tú... y tú puedes pensar que esto es por humillarte, que compartir este momento conmigo es humillarte pero va a ser mayor la humillación. Si no entiendes que estas viviendo y durmiendo con un cadáver a tu lado, con un hombre que no siente ya nada por ti, y que no quiere volver a acariciarte nunca jamás, ni a ti ni a ninguna otra mujer...entiéndelo.

M- No, pero yo sé que, que lo vamos a solucionar...yo lo sé.

A- No, no...no...no, esto no va solucionar nada, va a ser un absurdo...sería, sería desperdiciar tu vida con una persona que no te ama mientras puedes buscar a alguien que realmente te merezca.

M- Es que yo no quiero a nadie más...Yo he luchado por ti, yo te merezco y yo sé que lo voy a lograr.

A- No, no más Marcela...no me obligues a permanecer a tu lado por un sentimiento de culpa, por un complejo...ese ha sido mi principal error durante toda mi vida contigo; porque yo he tratado de pagar con oportunidades todo lo que has hecho tú por mí en la vida, y por cada oportunidad que nos hemos dado, lo único que hecho fue maltratarte, herirte y matarte.

M- No, no Armando, por favor, no.

A- Marcela, Marcela ya...Marcela, Marcela...Marcela yo sé que esta noche no lo vas a entender, yo lo sé, pero tienes que pensar, y se cuando lo pienses me vas a odiar más que nunca, pero de un momento a otro te darás cuenta de que te habrás librado de la relación más desastrosa de toda tu vida, porque te darás cuenta que te liberaste de un hombre como yo, de un hombre errado como yo, y me agradecerás que por primera vez en la vida te enfrenté, verás que podrás dormir, que podrás descansar, te darás cuenta Marcela, que tendrás nuevos y mejores amaneceres en tu vida, y que podrás recuperar todas las cosas que vivimos para tu memoria afectiva...porque Marcela, tú ya no me verás como el hombre que te destruyo, porque dos personas, como tú y como yo que vivieron tantas cosas juntos, que crecieron, dos personas como tú y como yo que se amaron tanto, tendrán que darse cuenta que la única manera de reconocerse en la vida es a través de un recuerdo hermoso...del amor, del amor...

Armando se aleja de la habitación

A- [tocando o véu de Marcela] Lo siento, lo siento. [e depois, para a foto  do casal nas mãos] Esta felicidad fue sincera, fue importante y fue sagrada en mi vida...

[Após beijar a foto, termina de guardar suas coisas na maleta e desce, num simples “adeus” se despedindo definitivamente daquele lugar e de tudo o que ele representou em sua vida]

[Marcela sai, abraça o quadro que Armando contemplara momentos antes, e se decepciona ao ver a mesa vazia]

M – Se las llevo! Se las llevo!!

[Segue Betty, na manhã seguinte, escrevendo em seu diário... mas isso já é outra história!!!!]

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March 21 2009 at 2:42 PM
this post Jorge   (Acceso Jorgepaco)


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Hoje, 05/06/2013, finalmente, achei um texto deste trecho da novela.
Vale muuuuito a pena!! (Divino!!!!)


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Armando- Buenas noches...

Betty- ¿Usted que hace aquí doctor?

Armando- No...pero no se vayan a parar...yo simplemente vine a saludar...

Barman - ¿Desea ordenar algo?

Betty- No, el señor no va a ordenar nada, gracias.

Armando- Tráigame un whiskey por favor. ¿Quieren mas cóctel?

Betty- No gracias.

Michel- Un whiskey para el señor.

Armando- Gracias...eh...no les pienso quitar mucho tiempo...sé que el señor le esta haciendo una oferta de trabajo Beatriz...y sabe de que nunca me imagine que cuando usted llegara a EcoModa le iba a hacer una propuesta de trabajo a Beatriz, a la presidente para llevársela, no me imagino.

Betty- Por favor doctor, la decisión es mía.

Michel- Discúlpeme, discúlpeme pero Betty me contó que piensa retirarse de EcoModa y me pareció legítimo hacerle esa oferta de trabajo, en ningún momento viene a tentarla para hacerla retirar de la empresa.

Armando- Bien...me parece bien, me parece legítimo, el problema es que la empresa no estaba consciente de las intenciones de la presidente de retirarse.

Betty- Doctor, usted sabe que mi paso por EcoModa es transitorio y si entre los dos hemos llegado a las metas que me había propuesto después de eso yo estoy en plena libertad para irme donde quiera.

Armando- Claro que si Betty, esto en plena libertad, yo simplemente perdóneme la molestia, quiero que escuche la propuesta que en EcoModa hay para que usted se quede, eso también es legítimo ¿verdad?. Michel, Michel amigo mío… déjeme decirle que Betty me sucedió en la presidencia de EcoModa, y hasta donde yo me acuerdo es la mejor presidente que hemos tenido en toda la vida, en este momento esta sacando a la empresa de grandes deudas que incurrimos por mi culpa, estamos a punto de llegar a nivel de endeudamiento cero...además acaba de lanzar la mejor colección que ha sacado nuestra empresa en muchísimos años, y tuvo una idea genial, una idea brillante...porque déjeme decirle mi querido amigo, que Betty es brillante...para salvar nuestros puntos de venta...dígame, con el corazón en la mano...en la mano...usted cree que yo soy capaz de dejar que una mujer como ésta se me vaya, ¿no verdad?

Michel- Desde luego que no, pero hasta donde tengo entendido ese éxito que tiene ella como presidente no lo es todo, y ella quiere cambiar de ambiente y quiere cambiar de vida.

Armando- Y eso es perfectamente comprensible, créame, y de verdad créame, que yo entiendo porque Beatriz quiere cambiar de vida y quiere cambiar de ambiente. Doctora Pinzón yo sé que EcoModa no fue lo mejor que le paso en la vida...lo sé, de pronto fue lo más horrible que le pudo haber pasado...y no se lo merecía, además tarde nos fuimos dando cuenta  de su talento, de su tesón, de su inteligencia, y sobre todo de ese ser maravilloso que lleva por dentro, lo fuimos descubriendo poco a poco Michel, y poco a poco nos fuimos enamorando...  ¿En qué momento paso todo eso?, no lo sé...Sí sé que paso tarde, ¿sabe?...cuando ya Betty tenia demasiado resentimiento adentro por todos los problemas y por todas las cosas, los malentendidos que ocurrieron y que no hemos tenido tiempo de aclarar, ¿verdad? De igual manera, seguimos creyendo en ella, seguimos creyendo en su trabajo, dejamos que nos llevara de la mano y nos sacara de todos estos problemas tan terribles que tenemos...Yo sé que EcoModa no es la mejor empresa, fíjese...es una empresa plagada de defectos, y quizá el defecto más grande de EcoModa soy yo...pero Beatriz en todo caso, aunque yo sé que usted tiene mucho dolor adentro, que hemos causado cosas malas en usted y que nos mira con pesadumbre, yo quiero que sepa una cosa, quiero que sepa que la amamos...los empleados, las secretarias, la recepcionista, el mensajero...y por supuesto yo.

Betty- No más por favor...doctor, yo me tengo que ir de EcoModa y usted lo sabe.

Armando- Ya lo sé, pero también sé que necesito o necesitamos en EcoModa que nos dé otra oportunidad

Michel- Doctor Mendoza...

Armando- ¿Sí?

Michel- Entiendo su posición, pero también yo creo entender la de Betty, y creo que lo que ella necesita en estos momentos, es oxigenarse; creo que un cambio de ambiente, creo que la proximidad del mar y el hecho de llevar una vida más tranquila y más sosegada es lo que ella está necesitando.

Armando- Salud...salud Michel...salud por Betty...Yo...sabe que yo también pienso igual que usted, ella necesita oxigenarse, cambiar de ambiente...además mi propuesta frente a la suya  no tiene competencia, lo sé...imagínese, yo que voy a poder competir con...piense, el mar...frente a los oscuros rincones de EcoModa, un atardecer naranja frente a un atardecer de una fábrica, la noche estrellada, la música maravillosa con el aroma del mar, del salitre...contra un bar clandestino de poca monta, oscuro y con música vulgar...yo no puedo competir contra eso Michel...pero quiero que sepa que su propuesta me parece maravillosa para Betty, me parece buena, me parece justa. En todo caso...Doctora Pinzón, yo simplemente quiero que usted me escuche y piense lo que le voy a decir...Yo a usted no puedo ofrecerle el paraíso, estoy tan lejos de eso...quizá lo único que puedo ofrecerle son esas cuatro paredes que habitamos durante tanto tiempo, sin tener necesidad de escuchar como se rompen las olas frente al mar, y ver como cae la luna en el horizonte...para vivir lo que vivimos Beatriz, para sentir lo que sentimos, ahora, nos basto nada mas con la luna de Bogotá, con esa fría luna...que es la luna que ha inspirado a tantos hombres, a tantos poetas a través del tiempo...y es lo que queremos volver a vivir...porque descubrimos que ahí estaba la vida latiendo...por eso yo no quiero perder eso Beatriz....

Betty- Doctor por favor, no más, no quiero hablar de eso y menos aquí...Déjeme en paz, se lo he pedido mil veces...

Armando- Bien, yo no quería dañarles la noche, ni más faltaba. Solo quería que me de una oportunidad más...así que los dejo y ...nada...permiso, permiso...

¡No la puedo perder!

Betty se quiere ir pero Michel no la deja.  Le dice que es obvio que entre ella y Armando ocurrió algo muy importante y que todavía tienen que hablar.  Betty no quiere, pero Michel le dice que si no lo hace nunca podrá irse completamente de Bogota a Cartagena.  Michel se va y deja a Betty en la mesa sola.  Armando se da cuenta que el cantante venezolano Ricardo Montaner está en el bar y se le acerca a pedirle que le dedique una canción a Betty.  Le explica que esta es su última oportunidad para no perder a Betty.  Montaner le dice que él no da serenatas, que llame a José Luis Rodríguez, Los Trí-o...  Armando le ruega y por fin, después de regañarlo por leer el diario de Betty, Ricardo Montaner le dice que lo ayudara.  Montaner se sube a la tarima y anuncia que le pidieron que dedicara una canción pero no sabe el nombre de la persona.  Armando le grita que "se llama Betty"...  Betty no lo puede creer.


Bésame


Bésame la boca con tu lagrima de risa
Bésame la luna y tapa el sol con el pulgar
Bésame el espacio entre mi cuerpo y tu silueta
Y al mar más profundo bésale con tu humedad
Bésame el susurro que me hiciste en el oído
Besa el recorrido de mis manos a tu altar
Con agua bendita de tu fuente, bésame toda la frente
Que me bautiza y me bendice esa manera de besar.

Besa mis campos y mis flores con tus gotitas de colores
Besa la lluvia que resbala en la ventana
Besa mi vida y mis cenizas y me dirás que voy deprisa
Bésame y deja con un grito que lo logre

Besa el torrente de ilusiones
Bésame todas las pasiones
Besa mi rió hasta su desembocadura
Besa mi vida y mis cenizas y me dirás que voy de prisa
Besa mis días y mis noches, mis diluvios y mi cielo a pleno sol.

Bésame los ojos aun dormido en la mañana
Bésame la piel con el caudal de tu estrechez
Con agua bendita de tu fuente
Bésame toda la frente
Que me bautiza y me bendice esa manera de besar.

Besa mis campos y mis flores con tus gotitas de colores
Besa la lluvia que resbala en la ventana
Besa mi vida y mis cenizas y me dirás que voy deprisa
Bésame y deja con un grito que lo logre

Besa el torrente de ilusiones, bésame todas las pasiones
Besa mi rió hasta su desembocadura
Besa mi vida y mis cenizas y me dirás que voy deprisa
Besa mis días y mis noches, mis diluvios y mi cielo a pleno sol.


Betty- ¿Para qué hace todo esto doctor?

Armando- ¿Todavía no lo entiende, Beatriz? ¿Todavía no lo cree?...porque la amo Beatriz Pinzón Solano, por eso y porque me muero por darle un beso en la boca.

Betty- ¿Hasta cuándo doctor?

Armando- Hasta que usted me crea, hasta que usted lo entienda o hasta que yo me muera...

Betty- Mire doctor, si me quedé aquí fue para pedirle que por favor me deje en paz, por última vez... dentro de unos días le voy a devolver su empresa al día, en orden, sin problema, va a volver a sus manos y a las de su familia.

Armando- Vea, eso de la empresa ya...ya me tiene hasta aquí (señalando su cabeza), ya me tiene cansado ese cuento de la empresa Beatriz. Sabe, por mí que ese francés la enamore y que se lleve mi empresa, porque si es así...

Betty- ¡Michel no está detrás de su empresa doctor!

Armando- Bueno de cualquier manera, yo le regalo mi empresa a Michel, se la firmo, se la endoso...lo que quiera, pero a usted no, a mi presidente no se lo lleva. Yo no voy a permitir que él la aleje de mí. Yo sé, que usted tiene claro que yo no estoy aquí por EcoModa, sino porque la amo...ese cuento de EcoModa ya no se lo cree ni usted, y ¿sabe?...usted está metida en un problema muy grande conmigo Beatriz, porque está frente a un loco que la ama, y que lo único que le pide es otra oportunidad, una segunda oportunidad.

Betty- ¿Acaso cuándo hubo una primera oportunidad? Yo no sé que pretende usted con todo esto doctor, pero yo le quiero pedir que por favor desista, porque yo me voy, me voy...

Armando- Sobre mi cadáver, usted no se va para ninguna parte.

Betty- Usted habla con tanta propiedad sobre mí, como si tuviera la certeza que con perseguirme, con dedicarme canciones, con decirme que me ama va a volver a conseguirme tan fácilmente como lo hizo antes...conozco esas palabras doctor, y ¿qué cree que voy a hacer ahora? ¿Que voy a caer rendida a sus pies?  ¿Qué clase de imbécil cree que soy?  ¿Usted no ha pensado que con todo el daño que me hizo, lo único que yo puedo sentir por usted es odio?

Armando- Usted no me odia, Beatriz.

Betty- Yo no lo odio, ni siento amor, ni desprecio, ni nada por usted...no siento nada por usted.

Armando- No, usted sí sigue sintiendo cosas por mi Beatriz, y yo lo sé, por eso le estoy pidiendo una segunda oportunidad, porque no puedo perder este momento.

Betty- No sea tan arrogante doctor Mendoza...me esta ofendiendo con sus presunciones.

Armando- ¡¡¡No es arrogancia, no es arrogancia Beatriz!!! Yo sé perfectamente lo que le estoy diciendo y sé que si me da una segunda oportunidad voy a poder demostrarle que la amo mucho más de lo que usted me ama a mí, y voy a poder demostrarle que su amor por mi no fue en vano, porque desde hace muchísimo tiempo la llevo clavada en mi corazón como una cruz. Yo la he padecido a usted tanto como usted me ha padecido a mí, por eso esto tiene que parar.

Betty- Mire doctor Mendoza, deje su optimismo, porque ya no está hablando con la misma imbécil que enamoró. Esa ya no existe, se murió, y esa imbécil tiene dignidad...y no se quedó esperando a que la vida le obrara un milagro, todo lo contrario, se dedicó a sacarlo de adentro, con mucho dolor y mucho esfuerzo, pero lo logró, y usted ya está por fuera de mis sentimientos y de mi vida doctor.

Armando- Vea, que pena...que pena contradecirla, pero es que usted me está diciendo mentiras Beatriz, porque usted todavía me ama a mí.

Betty- Ya no lo soporto más, hasta luego doctor.

Armando- ¡¡¡Beatriz!!!  ...mi corazón se niega a aceptar la derrota...la lógica de mi derrota, es como si fuera inmune ante todo lo que don Armando me hizo, es un traidor que aún late cuando lo ve”.

Betty- ¿Dónde esta mi diario?  

Armando saca el diario del bolsillo de su pantalón

Armando- Yo sé que no debí haber hecho esto, pero créame que cuando leí esto baje al infierno y padecí cada página Beatriz, pero también me devolvió a la vida, a la vida que ahora sé que solo quiero compartir con usted.

Betty le arrebata el diario a Armando

Betty- ¿Sabe qué doctor?...  ¡Ésta es la última canallada que usted me hizo en la vida, el último atropello, la última profanación de mi intimidad! Y entienda una cosa, y que se le quede bien grabada, nunca me voy a olvidar de todo lo que me hizo, de cómo jugó conmigo y no quiero volver a saber de usted nunca en mi vida.

Armando- ¡¡¡Betty, mi vida, Betty!!!


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Estes textos não são meus: todos os direitos são reservados primeiro aos produtores da novela, e depois àqueles que, tão dedicadamente como eu, se deram ao trabalho de passar hooooras (tenho certeza) ouvindo e digitando estas maravilhas!

Parabéns à todos nós! (taaf - 29/05/2013)

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O link para o site original é este: http://www.network54.com/Forum/639398/message/1237639823/CELOS%2C+MALDITOS+CELOS
CELOS, MALDITOS CELOS
Postado originalmente em March 21 2009 at 2:50 PM
Response to ESCENAS DE BETTY LA FEA. AMO A BETTY
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Celos, malditos celos...

Armando sigue a Betty y Nicolás, que van camino de la casa de Betty. Betty sigue comportándose de una manera que le da a entender a Armando que "algo" está pasando con Nicolás... Nicolás se va rumbo a su cita con la Peliteñida después de abrazar a Betty para que Armando los viera... Beatriz está lista para entrar a su casa cuando...

Armando: ¡Beatriz Pinzón!

Betty: Don Armando, ¿qué hace aquí?
Armando: ¡Vine a comprobar, con mis propios ojos lo que estaba sospechando desde hace tiempo, Beatriz!

Betty: ¿Qué fue lo que vio, Don Armando?

Armando: ¡Todo, lo vi todo, maldita sea! Los vi en Le Noir, tomando vino, felices. Se tomaron de la mano, Beatriz. ¡Se estaban acariciando, maldita sea! Se estaban abrazando. ¿Por qué me hace eso a mí, por qué a mí?
Betty: Por favor, cálmese doctor, va a despertar a todo el mundo.

Armando: No, claro, ¡cálmese doctor, cálmese! ¿Verdad, Beatriz? ¿Por qué me hace esto? ¿Usted no se da cuenta? Yo todo el tiempo le he dicho a usted que yo sospecho que hay algo entre ustedes, que algo está pasando entre ustedes dos y usted me lo niega todo el tiempo. ¡Me está volviendo loco! ¡Me estoy desesperando! ¿Entiende? ¡Me estoy desesperando! ¿Por qué me lo niega si yo lo vi?
Betty: Un momento, doctor, pero ¿qué estoy haciendo yo?

Armando: ¿Cómo qué está haciendo? Se estaba abrazando con ese tipo, se estaban abrazando, se tomaron de la mano, se acariciaron, ¡se besaron!

Betty: Pero no en la boca.
Armando: No, no, yo no sé donde fueron los besos, pero se besaron.
Betty: Doctor, no fueron en la boca, fueron en la mejilla. Además, déjeme decirle algo. Nicolás y yo nos conocemos muy bien, somos muy buenos amigos.
Armando: ¡No, pero por supuesto que me di cuenta que son buenísimos amigos!
Betty: Nos conocemos desde que éramos unos niños.

Armando: No, y que casualidad, como se conocen de bien... No es, ¿cierto?
Betty: Doctor, como usted bien lo escuchó hoy en la oficina, los dos tuvimos un altercado...
Armando: Pero, por Dios, ¿usted se cree que yo soy bobo o qué? Claro que me di cuenta que tuvieron un altercado. ¿Por qué, dígame por qué? ¡Por una mujer! ¡Por una... peliteñida! Estaba celosísima... Dígame que no, a ver...
Betty: No, no, no. Un momento, doctor. Yo estaba preocupada porque pensé que había plata de TerraModa involucrada. Pero no era así. Ya todo está aclarado. Cuando quiera le muestro el estado de las cuentas de la empresa.
Armando: No, no, yo me imagino que el estado de las cuentas de TerraModa debe estar en excelentes manos, en las manos de Nicolás Mora. Y por supuesto, hoy lo fueron a aclarar todo en medio de abrazos, de caricias, ¡de besos!
Betty: Doctor... Nos reconciliamos. Nuestra amistad estaba en peligro. Y sí, como nos queremos tanto, nos tenemos tanta confianza, pues nos tomamos de la mano, nos abrazamos, nos besamos, PERO EN LA MEJILLA.
Armando: Sí, claro, Beatriz... ¿Qué amigos tan tiernos, no? Tan cariñosos... ¡Qué se me rompió el corazón fue de la ternura que tenían!
Betty: Oígame una cosa, doctor. ¿A usted no le parece que le queda muy mal esos reclamos, venir aquí a mi casa a ver que es que estoy haciendo con mi amigo, cuando usted se la pasa besándose con Doña Marcela en la oficina? ¿Cuándo usted se la pasa en su apartamento y se queda casi todas las noches con ella y no precisamente a dormir? Así que de verdad, doctor, le quedan muy mal sus reclamos. Hasta mañana.
Armando: Yo no he vuelto a tocar a Marcela. Beatriz, desde que usted y yo estuvimos juntos, yo no he vuelto a tocar a Marcela ni a ninguna otra mujer. Y eso es mi problema, ese es mi problema. Es lo que me está consumiendo por dentro. Solo puedo estar con usted.
Betty: No tiene porque darme contentillo diciéndome eso, doctor. Conozco muy bien las condiciones de esta relación. No me diga mentiras. Ahora, si me lo permite, tengo que entrar porque me tengo que acostar. Tengo que madrugar para terminar el balance mañana.
Armando: ¡No, venga para acá! Se lo juro, se lo juro por lo más sagrado. Por lo más sagrado en mi vida, que es usted, que es verdad lo que le estoy diciendo.
Betty: Sí, claro, doctor. Hasta mañana.
Armando: ¡Beatriz, venga para acá, por favor! ¡¿Sí?!
Betty: Doctor, por favor, cálmese, usted está muy tomado...
Armando: Sí, pero quiero un beso suyo...
Betty: No, no...
Betty no deja que Armando la bese, y él sigue tratando de abrazarla y besarla. Don Hermes se escucha desde adentro...
Don Hermes: ¿Qué es lo que pasa? Bueno, ¿qué es lo que está pasando aquí?
Betty: Nada, nada, papá. Estaba hablando con Don Armando. Él ya se va...
Don Hermes: Ah, ¿usted es el que estaba gritando como un desalmado?
Armando: No, estaba cantando...
Betty: ¡No, estábamos discutiendo por una tontería!
Don Hermes: ¿Ah, sí?
Betty: Hasta mañana, Don Armando...
Armando: Hasta mañana, Betty. Hasta mañana, Don Hermes. Permiso...
Don Hermes: Dr. Mendoza, permítame decirle de que no me gusta para nada su forma de cantar.
Armando: Yo canto horrible, yo sé. Perdón, Don Hermes...
Don Hermes: ¿Le estaba gritando, no es cierto mija? ¡¡¡Yo se lo he dicho que no permito a nadie que me la venga a gritar!!!
Betty: No, no me estaba gritando, papá. Que le vaya bien, doctor...
Armando: Hasta mañana, Beatriz.
Betty y Don Hermes entran a la casa. Armando entra a su carro...
Armando: ¿Qué me está pasando, Dios mío? Estoy como loco. La grité mucho... ¿Qué me está pasando?


repostado por taaf em 29/05/2013 - 22:08 - quinta-feira (véspera de corpus christi)


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Hoje, 08/05/2013, fiquei muito feliz por ter encontrado textos maravilhoooosos neste forum em espanhol!!! Percebi, no entanto, que algumas de minhas interpretações estavam mesmo equivocadas, e as irei corrigindo aos poucos, ok?

Como pude perceber em alguns comentários deste mesmo fórum, muita coisa, muito texto se perdeu com o tempo, pelos mais diversos motivos. Assim, copiei o que pude e colei aqui em baixo, numa tentativa de conservá-las (a essas preciosidades!) em caso de novas panes, bloqueios ou sei lá o quê!

Quero deixar bem claro, porém, que estes textos não são meus: todos os direitos são reservados primeiro aos autores e produtores da novela, e depois àqueles que, tão dedicadamente como eu, se deram ao trabalho de passar hooooras (tenho certeza) ouvindo e digitando estas maravilhas!

Parabéns à todos nós!


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Para começar, a transcrição de um dos meus trechos favoritos da novela: antes da fatídica "junta directiva", quando Armando transborda de felicidade por sentir lhe voltar a vida (pelo sucesso do desfile e ante a expectativa de, finalmente, livrar-se de Marcela e assumir seu romance com Betty), e Betty, ciente de que aqueles seriam os seus últimos beijos (e apesar de toda a mágoa que lhe causara as atitudes de Armando, à quem deveria odiar!), entregando-se numa despedida que só ela sabia que estava acontecendo!

E, logo abaixo, o "depois" da famigerada junta, o famosos... "capítulo perdido"!

O link para o site original é este:
http://www.setbb.com/phpbb/viewtopic.php?t=510&view=next&sid=28ac8b3574f1a467d54d3c49e068f117&mforum=yosoybealafea

Antes y después de la Junta Fatídica

(A-Armando, B-Betty, MC-Mario, M-Marcela, W-Wilson) Discutiendo lo del maquillaje del balance...

A- Hola, ya..¿ya esta listo ese balance, Beatriz?

B- No, doctor.

A- ¡Maldita sea, Beatriz! ¡Por qué no esta listo ese balance? Vea, son las siete de la noche, y mañana a las once de la mañana ese balance tiene que estar sobre la mesa de la junta directiva. Dígame, ¿por qué no esta listo, por qué?

MC- Ya Armando, por favor, calmémonos.

A- No me toque... Okay, mis disculpas...Yo sé que me exalte, perdóneme. Déjenos solos, Calderón.

MC- Eh..voy a...

A- Déjenos solos y cierre la puerta con seguro, no quiero que nadie nos interrumpa... A ver Beatriz, le voy a hacer una pregunta y quiero que me responda con absoluta honestidad, dígame, ¿usted no quiere maquillar ese balance, no es cierto?...Dejémonos de juegos, dejémonos de mentiras y de engaños, ¿no lo quiere hacer? ¿Ah, Beatriz? ¿No quiere maquillar ese balance, dígamelo, sí o no?

B- Nos van a descubrir, doctor.

A- ¡Otra vez con eso Beatriz, otra vez con eso! Ya le dije que no nos van a descubrir, que no hay ningún problema. Que si usted hace ese balance no nos va a pasar absolutamente nada. Ahora, si usted no tenía intenciones de maquillar ese balance no es el momento para decírmelo Betty, de verdad que no, yo..yo no creo que me merezca eso. No sé si se habrá dado cuenta, no sé si lo ha pensado por un segundo, pero mi vida y todo lo que tengo está en sus manos...mi futuro, mi credibilidad, mi honor, si es que me queda, está en sus manos. Todo lo que tengo, lo que soy y lo que amo está en sus manos. Yo jamás, en toda mi vida, había dependido de una persona tanto como dependo en este momento de usted, y menos de alguien a quien amo. Beatriz por favor, por lo que más quiera, por Dios, no me hunda... no me hunda... Yo ya no le puedo pedir que me quiera por que es apenas evidente que usted ya no siente lo mismo por mí... Pero si alguna vez sintió algo, si le queda algo de cariño por mí, si aún siente compasión por lo que yo siento por usted, si...si aprecia lo que vivimos, lo que trabajamos juntos, lo cómplices que fuimos, si algo de todo eso queda en usted, se lo ruego por Dios que me tienda la mano...que me tienda su mano, porque es lo que yo necesito en este momento Beatriz...a usted...Usted no sabe cuanto la necesito yo...

Armando abraza a Beatriz y le dice...

A- Beatriz dígame, ¿usted me quiere ver destrozado a mí? ¿Me quiere ver vuelto pedazos? ¿Es eso lo que usted quiere?

B- No doctor, yo no quiero eso.

A- Entonces por favor no me hunda, se lo ruego, se lo ruego mucho... Betty, vea, yo sé que usted ya no siente nada por mí, pero no me hunda, porque yo a usted sí la amo.

B- Yo también lo amo doctor.

Armando besa a Beatriz, pero los interrumpe el sonido del teléfono celular de Armando.

B- Conteste doctor.

Armando contesta furioso.

A- ¡Hola!

M- Bueno, no tienes porque contestarme con tanto odio. A qué horas llegas al lanzamiento, ya deberías de estar aquí.

A- Ya voy para allá, ya voy para allá.

M- Si, no te preocupes, no lo estoy diciendo por mí, lo digo por tus papás y por
los invitados.
A- Te dije que ya voy para allá...

B- Tiene que irse doctor.

A- Yo, yo no puedo irme sin saber que...que va a pasar con mi vida. ¿Cuento con usted para hacer ese balance Beatriz? Betty dígame, ¿cuento con usted para hacer ese balance?

Betty asiente y Armando la abraza y le dice...

A- Yo a usted la amo, la amo como yo jamás he amado a nadie. ¿A qué horas esta listo eso?

B- No sé, yo creo que esta noche lo tengo listo.

A- ¿No va ir al lanzamiento? Me gustaría que fuera.

B- No doctor, a mi no me gustaría ir; prefiero quedarme trabajando en esto...

A- Okay, okay… Yo la estoy llamando. Quiero que sepa una cosa, mañana después de la junta directiva, Marcela Valencia va a dejar de existir para mí, y aunque usted no lo crea va a ser nuestro día.

Armando besa a Beatriz y le dice...

A- La amo muchísimo, y muchas gracias...yo estoy llamando de verdad, ¿vale?

Armando vuelve a besar a Betty y se va de la oficina rumbo al lanzamiento.


Armando llama a Betty desde el lanzamiento...

B- Presidencia EcoModa...

A- Hola Betty, ¿cómo va?

B- Bien doctor, estoy trabajando duro es esto.

A- No me refiero a como va con el balance, me refiero a usted... ¿Cómo esta, cómo se siente?

B- Bien doctor, bien.

A- Vea, ¿usted no quiere que le lleve algo de comer? ¿Tiene hambre?

B- No, no doctor, gracias...solo quiero terminar esto.

A- ¿Y más o menos a que horas acaba?
B- Yo creo que hacia las once de la noche estoy terminando.

A- Betty, me siento muy feliz, pero muy feliz, de verdad.

B- Sí doctor, en todo caso quédese tranquilo, yo voy a hacer todo lo posible por tener esta noche todo listo.

A- Yo llego como a las once de la noche, Beatriz.

B- No doctor, no es necesario.

A- Para usted no, para mí sí.




Betty y Armando luego del lanzamiento – El último beso


A- Hola, Betty...

B- ¿Cómo le fue doctor?

A- ¡Bien, muy bien Beatriz! La colección fue un completo éxito, la gente no hacía sino hablar de eso, hubo excelentes comentarios, creo que vamos a poder pagar todas nuestras deudas Beatriz, hay muchas expectativas....la gente ya estaba cerrando negocios Beatriz, creo que nos salvamos.

B- Sí, doctor, a EcoModa le va ir muy bien.

A- A EcoModa le va ir muy bien, no... Nos va ir muy bien, nos va ir muy bien. ¿Terminó el maquillaje ya?

Betty le entrega el informe maquillado, Armando lo revisa y dice...

A- A ver... Dios mío, Beatriz, Dios mío, vuelvo a sentir la vida, vuelvo a sentir mi vida...gracias, gracias Beatriz, muchas gracias.

Armando se acerca a Beatriz y la besa, ella se separa y le dice...

B- No, doctor, por favor...

A- Beatriz, lo siento, lo siento pero no puedo evitarlo, de verdad...

Armando la besa nuevamente y Betty vuelve a separarse de él...

B- No, doctor, por favor, no...

A- ¿Qué pasa, Beatriz? Yo la deseo, la deseo mucho. ¿Acaso usted no me desea?

B- Si doctor, demasiado.

A- ¿Entonces que esperamos? Dígame... ¿Qué esperamos? ¿Qué le pasa?

B- Doctor, no va a pasar nada, pero por favor abráceme, déme un abrazo.

Ambos se funden en un intenso abrazo.

A- Beatriz, yo...yo siento este abrazo como...como eso abrazos de despedida, siento este abrazo como cuando uno va al aeropuerto y se despide de la persona a la que ama y, y que sabe que jamás la va a volver a ver.

B- Se parece mucho, doctor...
El sonido del teléfono los interrumpe...

A- Maldita sea, el teléfono.

Betty y Armando se separan y ella atiende el teléfono.

B- Presidencia.

W- Doctora, ¿usted pidió un taxi?

B- Sí, sí, ya bajo, gracias, Wilson.

A- ¿Cómo así que ya baja, quién vino por usted?

B- Un taxi que pedí doctor...

A- ¿Un taxi? ¿Para dónde va?

B- Para mi casa.

A- No, no Beatriz. Yo la llevo a su casa, yo la llevo a su casa. Yo necesito estar con usted hoy. Beatriz yo quiero que vayamos a algún lugar donde podamos estar solos, yo necesito pasar la noche entera con usted.

B- Doctor eso va a ser muy difícil para usted, lo de la junta va a estar muy duro. Además hay que llegar mañana temprano para organizar todo y usted tiene que irse mejor a su casa a descansar, a estudiar esto y mañana tiene que estar muy lúcido doctor. Por favor, vaya y estudie el balance.

A- No, ni me lo entregue porque es que yo ya no tengo tiempo de empaparme del contenido de ese balance, Beatriz. La única persona que puede exponer ese balance mañana es usted y lo sabe. ¿Dónde está el balance real?

B- Es este doctor, lo tengo guardado... En todo caso voy a sacarle copias al balance maquillado para meterlas en las carpetas. Bueno doctor, que pase buena noche, hasta mañana...

Betty se retira y Armando la detiene tomándola del brazo...

A- Usted no se puede ir sin darme un último beso...

B- Doctor por favor, usted sabe que a mí no me gustan estas cosas en la oficina.

A- Y usted sabe que a mí me encantan. Beatriz... Betty, escúcheme aunque sea un momento, yo...yo volví a ser feliz hoy, hace mucho tiempo que no lo era, y hoy por fin veo un poco de luz al final del túnel. Beatriz, con este balance mañana vamos a salir delante de esa maldita junta directiva, con la colección vamos a poder pagar todas nuestras deudas y estabilizar todo el sistema financiero de EcoModa... Beatriz, todo comenzó a mejorar, mejorar muchísimo. Mañana, Marcela Valencia va a salir de mi vida y el camino se va a abrir para nosotros dos...estamos a muy poco, a muy poco tiempo de lograrlo, Beatriz...

B- Sí, claro que sí, hasta mañana...

Armando detiene nuevamente a Betty

A- Beatriz, dígame si me ama, ¿sí? Necesito saber si me ama, para mí es muy importante saberlo... ¿Me ama?

B- Si doctor, yo nunca he dejado de amarlo...

Armando se acerca y la besa y le dice...

A- Yo la amo más que nunca, yo la amo mas que a mi vida.

Beatriz se retira y Armando se queda en la oficina de Beatriz, él se sienta en la silla de Betty y dice...

A- Armando Mendoza, vas a tener que aceptarlo, vas a tener que aceptar que estas enamorado por primera vez en tu vida... Y, te enamoraste de Beatriz Pinzón Solano... No sé como, Dios mío, no sé como, pero me enamore, me enamore más que nunca... 



Armando y Betty después de la Junta directiva

A- ¿Por qué, por qué, Beatriz? ¡Por qué no me dijo que conocía esa carta? ¿Por qué?

B- La pregunta más bien es, ¿por qué, doctor? ¿Por qué jugo así conmigo? ¿Por qué me hizo esto, si sabía que yo era incondicional con usted, que yo me jugaba la vida a su lado? ¿Por qué, doctor? ¿Por qué este juego sin compasión, sin detenerse por un instante a pensar en el daño que me estaba haciendo? ¿Por qué siguió enamorándome después de que le conté la tragedia de mi vida sentimental? ¿Por qué me hizo esto doctor? Si usted ya estaba pensando fríamente que me iba a botar y me iba a exiliar...

A- Necesito que me escuche, quiero que me escuche Beatriz...

B- No, ya es muy tarde doctor, esperé varios meses una explicación o por lo menos que usted parara con este plan siniestro que preparo con el doctor Calderón, pero lo sostuvo hasta el último momento...

A- Beatriz, las cosas cambiaron por el camino, tiene que escucharme...escúcheme un momento por favor...

B- ¡No me siga mintiendo, esta mañana yo lo escuche hablando con el doctor discutiendo el sitio donde me iban a mandar!

A- ¡Yo no le estoy mintiendo Beatriz, lo que escucho no era así, la quería mandar a otro lado para protegerla, no es por lo que usted esta pensando!

B- No, no es como yo lo pienso, es como estaba todo planeado en esta carta... ¡Tengo que irme ya!

Betty recoge sus cosas pero Armando la detiene, la abraza y le suplica que no se vaya diciendo...

A- ¡Usted no puede irse, no puede irse, no puede irse... por favor, quédese Beatriz, se lo ruego, escúcheme, mi vida por favor, yo la adoro a usted, escúcheme!

Marcela abre la puerta de la oficina y los interrumpe...

M- ¿Qué es lo que pasa?

A- Nada, es que estábamos discutiendo acá con Beatriz...

M- ¿Abrazados?

B- Ya me voy.

A- Usted no se puede ir sin antes hablar conmigo...

M- ¿Y de qué tienen que hablar? En la sala de juntas todos te están esperando...van a elegir el nuevo presidente.

AR- Esto también es importante. ¡Marcela, esto también es importante!

MARGARITA- ¿Qué es lo que pasa con ustedes? Por favor regresen a la sala de juntas...

M- Él no quiere ir.

MARGARITA- Armando, por Dios, ¿qué es lo que pretendes ahora?

A- ¡Ay, ya mamá, ya...ya...! Perdón mamá, ya...ya voy para la sala de juntas....Por favor espéreme y hablamos, ¿sí?... Ya vengo...

B- Ya me voy.

A- No, no... Espéreme un momento.

M- ¡Eso espero, que se vaya!
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ESCENAS DE BETTY LA FEA.

AMO A BETTY
Postado originalmente em March 21 2009 at 2:39 PM
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AMO A BETTY


La noche anterior a la Junta Directiva, Armando consiguió convencer a Betty de que maquillara el balance real. La mañana del fatídico día, Mario entra en Presidencia para hablar con Armando.

(A = Armando; M = Mario).


A: ¿Cómo le va?

M: Muy bien, muy bien, y cuénteme... ¿cómo amanecimos de balance hoy?

A: Betty está en eso, bien.

M: ¡Qué bien! ¿Y que es lo que le hizo anoche?

A: ¡Cállese, maldita sea Calderón, cállese! Venga, tenemos que hablar. Venga
M: Vd. cada vez que dice que tenemos que hablar, me dan escalofríos. ¡Qué pereza!.

Mientras se dirigen a la oficina de Mario, por el pasillo se cruzan con Marcela, y Armando y ella se saludan de forma muy poco cariñosa.

M: No, pues... qué saludo más romántico. La relación en su momento más fino. Claro y así tiene que ser, más unidos que nunca, hoy es la entrega de regalos, mañana es el matrimonio...

A: Ni entrega de regalos, ni matrimonio, Calderón. Nada de nada.

M: ¿Qué? ¿Usted de qué me está hablando?

A: Vamos a su oficina y se lo explico.

M: Yo sabía... ese "tenemos que hablar" era mal presagio... yo sabía, yo sabía.

Ya en la oficina de Mario Calderón.

M: ¡Vd. está loco! ¿Usted para qué quiere armar esa tragedia, ah? ¿Usted sabe lo que va a pasar cuando le diga a la Junta que ya no va a haber matrimonio?

A: No, no.... yo voy a esperar a que se termine la Junta para hablar con Marcela, voy a esperar a que todos se vayan para hablar con ella.

M: ¡Ah, no, pues perfecto! ¡Así todo se resuelve! Nadie se va a enterar, ¿Ah? Usted le dice eso a Marcela, ella llama a sus papás, después a Daniel, Maria Beatriz, ella llama a Lombardi, Lombardi le dice hasta a Patico... Todo el mundo se va a enterar... ¡el drama universal!... Por Dios ¿y sabe qué va a pasar después? Que Daniel va a aprovechar para pedir que se divida la compañía. Les va a pedir a las familias que se abra la sociedad, y en este momento, eso no se puede hacer... no se puede hacer. Perdóneme... es que, de qué nos sirve tener un balance maquillado, divino, divino, si al día siguiente Daniel Valencia pide una junta para disolver la sociedad.

A: ¡Calderón, mi papá no va a permitir eso, por favor!

M: ... mi papá no va a permitir eso... pero claro que lo va a permitir, pero eso no importa, es que no importa lo que él opine, es que contra eso no hay argumento

A: ¿Y entonces qué? ¡Tengo que casarme y sacrificarme por la empresa! ¿Ah?

M: Mire, su vida es la empresa, y es la vida de su familia, y es la vida de los Valencia, y la mía, y la de mucha otra gente... es que nosotros nos metimos en esto y tenemos que sacarlo adelante, por favor. ¡Dios, usted no puede cancelar ese matrimonio, porque, porque no puede cancelar ese matrimonio, porque, no puede cancelar ese matrimonio, porque... nos delatamos! ¿Usted quiere que eso pase, ah? Por Dios, por Dios.... dígame, dígame... ¿es tan terrible tener que casarse con Marcela?

A: Sí, si es terrible, terrible porque yo no la amo.


M: Pero eso nosotros lo sabíamos desde hace mucho tiempo, y usted sin embargo estaba dispuesto a hacerlo. A ver, dígame ¿qué pasó?

A: Que discutimos todo el día, que no tenemos relaciones hace mucho tiempo, que me critica, que me persigue, que me vigila las 24 horas al día, Calderón. Yo no puedo hacer ese sacrificio porque sería inútil, no puedo llevar a Marcela... a esa situación.

M: Por favor, por Dios...., mire, no se ponga la mano en el corazón por Marcela en este momento, usted nunca lo ha hecho. Usted lo tenía todo muy claro. Los dos tenían muy bien claro las reglas del juego del matrimonio,... es que no me está contando nada. A ver, dígame... ¿porqué diablos usted está tan decidido a cancelar ese matrimonio ahora?

A: Porque AMO A BETTY.

Mario se comienza a reír de forma estúpida (como lo que es), y Armando no aguanta más y le agarra por las solapas y le grita.

A: ¡Maldita sea Calderón! ¡No me escucha! ¿No entendió lo que le dije? Amo a Beatriz Pinzón Solano con todas las fuerzas de mi alma. ¡Este juego de seducción, estando haciéndole el amor a una mujer que me ama, para la cual soy especial, que se porta tan bien conmigo, lo único que hizo fue hacer que me enredara en mis propias redes!, Calderón... ahora lo acepto y no tengo ningún problema, me siento tranquilo, y estoy pasando el mejor momento de mi vida con esa mujer, estamos comenzando otra vez, ella está siendo muy especial conmigo... ¿Acaso no se da cuenta, maldita sea?

M: Pare, pare, pare,.... a ver, dígame una cosa… ¿Cuál es el siguiente paso de su maravilloso plan, dígame? ¿Va a cancelar con Marcela y se va a ennoviar con Betty? ¿Va a admitir abiertamente que por la Betty usted está cancelando el matrimonio, y va a admitir que usted tiene un romance con su horrible asistente?

A: No sé, no lo sé,... no sé... no he pensado en qué voy a hacer después de todo esto. No sé si oficializarlo, pero también sé que no me puedo pasar toda la vida con una relación incógnita.


M: Este no es el momento para hacerlo. Primero que todo, porque usted no tiene derecho a enamorarse, y segundo que todo, porque usted se enamoró de la persona equivocada. ¡Por dios! ¿Usted puede pensar en lo que va a decir todo el mundo cuando se enteren a quien se debe toda esta tragedia, ah? Marcela la odia, Daniel Valencia la abomina, la aborrece. Es que no puede haber un insulto mayor, una peor ofensa para Marcela que usted la cambie por Betty. No hombre, lo van a triturar, lo van a pulverizar, lo van a hacer picadillo, lo van a volver pedazos ¿Usted es lo que quiere? ¿Eso?

A: ¿Y usted qué quiere? ¿Qué me case? ¿Qué sacrifique mi vida entera, Calderón, lo que soy como persona por esta maldita empresa? ¿Eso es lo que quiere? ¿Y yo qué? ¿Yo no cuento?

M: Debe haber una mejor opción que hablar de Betty todo el tiempo ¿No? Mire, vamos a poner todo, absolutamente todo en una balanza ¿Si? A este lado usted tiene su vida, tiene a Betty, tiene su relación... como lo quiera llamar. A este otro lado, tenemos, dos puntos, Ecomoda, su presidencia, su gestión, su dignidad, su papá, su mamá, Marcela, Daniel, Maria Beatriz, yo, todo el mundo, ¡El escándalo!. Bueno... ¿Entonces?... yo sé, yo sé que a usted lo que le atormenta es ese matrimonio, pero piense una cosa, piense que esto no va a ser hasta que la muerte los separe. No, este es un matrimonio por lo civil, no por lo católico... entonces, ¿por qué no hace feliz a Marcela, dígame? Si tenemos a Marcela de nuestro lado, tenemos neutralizado a Daniel Valencia. Haga feliz a la gente, sea generoso, es que eso no tiene nada de malo. Y después cuando la empresa esté libre de deudas, pues la cosa es muy sencilla... usted habla con Marcela, le dice que el matrimonio no va para ningún lado, que es absurdo. Llaman a sus abogados, entre ellos lo resuelven, y después de eso usted puede salir corriendo tranquilo a botarse a los brazos de su amada y horrible Betty.


A: ¡Oígalo bien, Calderón. Si usted vuelve a hacer un comentario negativo con respecto a Betty, yo lo mato!

M: Perdón, perdón.... de su bella, plebeya Betty.... ok, ok, ¿qué estamos discutiendo acá? ¿Estamos discutiendo la estética de Betty, o estamos discutiendo un problema mucho más gordo que tenemos en nuestras manos? ¿estamos de acuerdo en que no se puede cancelar ese matrimonio?

A: ¡Pero tan fácil que es eso para usted! ¿no? ¡tan fácil! Simplemente le digo a Betty ¿sabe? Yo me voy a casar, espere a ver, por si las dudas, qué pasa, después lo hacemos oficial, no hay ningún problema, espéreme. Dígame ¿qué mujer aceptaría eso Calderón? ¿qué mujer?


M: Ok, ok, ok. Hay una salida. Mandemos a Betty de viaje. Mandémosla de vacaciones por um tiempo.

A: ¿Cuánto tiempo?


M: Hombre, no sé, no sé. Mientras que dura el matrimonio, su luna de miel. Lo importante es que ella no esté aquí para arruinarlo todo. Yo no sé, un par de meses,... tres... no sé. A ver, ¿Hay alguna otra opción? ¿Estamos de acuerdo en que Betty se tiene que ir lejos?

Betty, al enterarse de que Armando y Mario llevan largo tiempo hablando en la oficina de éste, se para ante la puerta y se pone a escuchar.


A: Vamos a ver ¿a dónde la quiere mandar?

M: No sé, no sé, a algún lugar lejos... al África, a la Antártica. Hombre, no sé, a algún lugar lejano y horrible. Horrible, pues para que no desentone, y lejano, para que no pueda tener un avión en cualquier segundo y volver otra vez a aguarnos el matrimonio, la boda. Lo que sea pero tiene que ser un lugar lejos, muy muy lejos.


A: Póngase serio ¿a dónde?

M: Armando, estoy hablando muy serio. Esa mujer está delirando por usted. Es que, entiéndame, usted me dice que la reconquistó ¿Si? Si usted la manda aquí cerca, en cualquier momento durante la boda, nos llega en paracaídas y nos daña, nos agua la fiesta.


A: ¿Y entonces qué? Nada Calderón ¿Y entonces qué? Ella no va a aceptar eso, ella quiere quedarse aquí. Calderón, entienda, está esperando que todo lo nuestro se arregle ¿ahora qué, qué le tengo que decir yo? Que sí, que tranquila, que no se preocupe, me voy a casar, y que además me tiene que esperar, pero no me tiene que esperar acá, a que yo me separe, tiene que esperarme lejos, en otro lugar, lejos de aquí, indefinidamente ¡por Dios!

M: Bien, hable con ella.
Lo importante es que ya nos maquilló el balance y que de ésta vamos a salir, eso es lo importante. Después llévela a la oficina, y cierre la puerta, eso sí con llave. Apague la luz y le da besitos de esos horribles que usted siempre le da, y la convence de que tiene que hacerlo, que se tiene que ir, que es por usted, por todos nosotros. La convence, y después... no sé... llévela a un motel....o... a un hotel, y la convence que se tiene que ir. Estamos de acuerdo.


A: Sí ¡Sí! Estamos de acuerdo. Se tiene que ir.

En este momento es cuando Betty, asqueada de lo que acaba de oír, se marcha, con lo cual ha escuchado lo peor de la conversación, que la quieren lejos de allí, y que Armando se va a casar realmente. Pero la conversación entre Armando y Mario aún continúa.


A: Pero yo se lo dije, si usted vuelve a hacer un comentario negativo de ella, si usted se vuelve a burlar de ella, si llega a ser cínico, yo lo mato ¿me entiende? Usted ya sabe qué siento perfectamente. Y le voy a pedir un favor, ningún comentario más, ni una ironía más con Beatriz.

M: Listo, Sr. Presidente. No problem, por favor. Ahora convenzale de que lo haga ¿Sí? Y deje de
pensar en cancelar matrimonios y de hundirnos más en este infierno en el que estamos ¿Sí?.
 
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La confesión de Marcela


Betty: En 10 minutos le tengo listo los informes y las carpetas Doña Marcela.

Marcela: Yo no vine por los informes, usted puede hacer con ellos lo que quiera, yo solo quiero saber que va a pasar con esta empresa, porque yo tengo un compromiso con mi papa, con su memoria, con su legado...lo único que quiero es que la empresa sobreviva, ¡¡¡pero otra vez estamos en crisis Beatriz!!!!, Mario Calderón renuncia, usted renuncia y lo ultimo que faltaba, Armando Mendoza renuncia y se va hoy del país...Daniel esta pidiendo la presidencia y si quiere que le sea franca, a mi me da mucho miedo eso, por que no sé que va hacer con la empresa, ¡¡justo!! esto tiene que pasar cuando estábamos a punto de salir a flote; píenselo bien Beatriz, porque tengo que reconocer... que Armando y usted....hacen un muy buen equipo.

Betty: Por favor no me pida que desista de mi decisión, tengo razones serias para irme.

Marcela: Yo no le estoy pidiendo que desista...solo quiero que... escuche una historia.

Ambas toman asiento. Marcela suspira profundamente.

Marcela (emotiva y profunda): Es una historia donde usted fue la protagonista...pero que desconoce. Una historia que paso en un lapso de tiempo... Bueno, cuando usted se fue de EcoModa y regreso de Cartagena... Empezó cuando usted me entrego la "bolsa negra" con todos los recuerdos de Armando...tan sorprendente y dolorosa fue esa carta para usted, como para mí...tanto que yo perdí el control, estaba ofendida por su falta de escrúpulos, por la aventura que había tenido con usted, por que para mí eso era claro...que todo se trataba de un juego como decía en la carta de Mario, y cuando...lo enfrente...el me dijo algo que....que no creía...y que para mí era difícil de asimilar...que estaba perdidamente enamorado de usted, que...que en medio de ese juego había quedado atrapado y que la amaba, y que estaba dispuesto a enfrentarlo todo y a todos, pero usted ya no estaba, se había ido herida, ni siquiera sabia donde localizarla, en ese momento enloqueció y empezó hacer cosas suicidas, el lo único que quería era morir y ser castigado, tanto que a mí me toco ir a rescatarlo de un bar donde prácticamente lo estaban matando...le limpie sus heridas, lo cure...y pensé que podía recuperarlo, pero fue inútil, dormía conmigo, pero...pero estaba con usted...en ese momento comprendí que...lo había perdido hace mucho tiempo, había estado con esa mujer y ya no tenía nada que hacer y me obsesioné tratando de encontrarla...pero jamás pensé...que la mujer que lo había apartado de mi lado...era usted.

Betty: Doña Marcela, yo...

Marcela: Mire, yo no quiero saber su versión, yo solo quiero que usted conozca la mía. Yo sabía que Armando estaba viviendo algo importante...de manera clandestina, por que siempre que lo descubría, que sabía que él estaba con alguna mujer, el siempre volvía a mí y las cosas seguían igual, y seguían y seguían y nada cambiaba...pero...cuando llegó esa mujer...todo cambió definitivamente entre nosotros...el jamás volvió a tocarme...

Marcela se incorpora, se encamina hacia el sofá y se sienta...
Marcela: Y luego me confió que no solamente no había vuelto a estar conmigo, si no... con ninguna otra mujer después de que estuvo con usted.

Betty (incómoda): Por favor doña Marcela...no es necesario entrar en detalles, es lo mejor para las dos...

Marcela: No es fácil para mí contárselo Beatriz, no crea, pero si me tomé el trabajo de hacerlo, pues no tengo por que contarle algo a medias, usted lo tiene que saber ¡¡todo!!, yo se lo tengo que contar, por que yo fui la única persona que apareció y estuvo presente en esa historia de Armando que usted desconoce. Me costo muchísimo aceptar que había perdido a Armando por usted, pero...la noche que terminamos, el fue muy claro en decirme que cuando había estado con usted, yo ya no estaba ahí, que él hacía mucho tiempo había dejado de amarme y que...a la única mujer que amaba era a usted...aun así, no perdí la ilusión de recuperarlo, por que yo sabía que usted jamás lo iba a perdonar por lo que le había hecho...pero también tenía la corazonada de que si usted conocía esta parte de la historia, existía la posibilidad que usted lo perdonara y guarde la ilusión de recuperarlo hasta el ultimo momento...hasta hace dos horas que le pedí que la dejara ir y él asumiera la presidencia de EcoModa, pero me dijo que no, que se iba y entendía que para usted, él era un karma, un maleficio...lo mismo le dijo a Margarita...él se va para olvidarla Beatriz...YO AMO A ARMANDO MENDOZA...pero también entiendo que el amor no puede ser egoísta, que amar es buscar el bien...conmigo o sin mí...y por eso le estoy contando esto....usted verá que hacer....

Marcela se pone de pie y se dirige a la puerta... Betty (se incorpora) ¡¡Doña Marcela!!!...de verdad yo siento mucho que ustedes dos no hayan podido arreglar las cosas, que por mí culpa, usted no haya podido recuperar a don Armando, ¡¡¡juro que cumplí mi palabra!!! y no me acerque a él, no me deje tentar y lo rechace cada vez que me buscaba.

Marcela: Lo sé, si no hubiera sido de esa manera jamás, jamás hubiera venido aquí a contarle todo esto.

Betty: Doña Marcela...gracias.

Marcela: No me de las gracias...demuéstremelo, haga algo por esta empresa y haga algo por él...



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PRIMERA NOCHE

B
etty y Armando salen de casa de Betty después del desastre de la fiesta de cumpleaños... Armando no está muy convencido de querer salir con Betty a ningún sitio... Por fin terminan yendo a un sitio a bailar. Armando está que "ve" a Marcela por todas partes (por supuesto, Marcela y Patricia están "ocupadas" en el cuartel de policías después de su encuentro con Román y su pandilla frente a casa de Betty). Betty nota que Armando está actuando de una forma extraña y le pregunta si tiene algún problema y él le dice que no. Por fin le dice que sí, que está que ve a Marcela por todas partes y que es mejor que se vayan del lugar. Armando como que quiere regresar a Betty a su casa, pero ella no quiere y él le pide que lo espere en el carro mientras llama a Calderón. Mario le dice que es ahora o nunca y le recomienda a Armando que la lleve a un hotel (pero no a uno de los que él frecuente). Betty ha estado muy "amorosa" con Armando toda la noche (él se la describió a Mario como "un chicle") y lo comienza a besar cuando él regresa al carro. Armando y Betty llegan a un hotel y Betty le pregunta que está pasando. Él le contesta que si quiere, la lleva a su casa. Ella sin embargo le contesta que no, que esto es algo que ella había estado pensando. Se besan y entran al hotel donde Armando, como buen desgraciado que es todavía, firma el registro con un nombre falso y todo como si fuera una transacción secreta, casi susurrando. Los llevan al cuarto y los dos se sientan en la cama. Betty va al baño y Armando aprovecha para llamar a Mario otra vez (¡que idiota el hombre, Dios mío!) y le dice que no va a poder. Mario le da uno de sus maléficos consejos y le dice que cierre las cortinas, apague la luz, y que piense en Adriana Arboleda o quién sea -- pero que lo haga. Betty sale del baño... Armando: ¿Quiere tomar algo?

Betty: No, ya he tomado mucho.
Se besan.

Armando: Betty, no lo puedo hacer.

Betty: ¿Es por Doña Marcela?
Armando: No, es por usted.
Betty: Yo lo entiendo...
Armando: Gracias, Betty...
Betty: Esto no podía suceder... Esto fue un sueño. Aspiré a mucho con usted. Ya era demasiado los besos, que saliera conmigo. Esto es demasiado grande para mí.
Armando: Eso no es cierto...
Betty: Ya era demasiado grande que usted me deseara.
Armando: Me está malinterpretando...
Betty: No, yo lo entiendo. Por el hecho que yo lo ame no significa que tenga que hacer el amor conmigo.
Armando: No, no es eso , yo si la deseo.
Betty: Perdóneme por presionarlo , soy una imbécil.
Armando: No es cierto... Yo sí quiero hacerlo.
Betty: No quiero que lo haga por lástima .
Armando: No, lo voy a hacer por que la amo.

Se besan y caen sobre la cama. Betty apaga la luz. Se siguen besando en la oscuridad.

Betty se despierta y acaricia a Armando. Él se despierta y le pregunta la hora y ella le dice que son las dos de la mañana y es mejor que se vayan. Betty se levanta y va al baño y Armando se dice a sí mismo -- ¿qué hice, qué hice? Mientras tanto, Betty se dice "tan divino, tan divino". Armando está obviamente disgustado consigo mismo por lo que le está haciendo a Beatriz. Betty sale del baño y Armando le pregunta si está lista, ella le dice que sí y añade que todo fue "muy lindo". Mientras se abrazan, la cara de Armando es de decepción consigo mismo.

Armando le dice a Betty que se deben ir por que si no la van a matar en su casa. Van al registro y Armando paga la habitación.

En el carro, Betty pone la cabeza sobre el hombro de Armando y él le pregunta que hace. Ella le dice que quiere seguir soñando, y él sigue sintiéndose como un ser ruin (¡desgraciado bello bobo!). Vemos que Betty se quedó dormida y cuando llegan a su casa, Armando la despierta con mucha delicadeza. Betty le da las gracias y le dice que fue el mejor cumpleaños de su vida, el mejor día, el mejor momento... Aunque sabe que esta noche fue "solo otra noche" para él...
Armando: Esta noche fue especial...

Betty: Sí, porque nunca había estado con una mujer como yo.
Armando: No, esta solo fue una noche especial. Tengo que preguntarle algo, porque yo pensé que ésta iba a ser su primera vez...
Betty: ¿Eso le molesta?
Armando: No....


Hablando con Mario después de la primera noche con Betty...

Pues fue algo como... como dulce... ¡Calderón! Esa mujer está enamorada de mí. ¿Cómo pretendía que fuera? Tenía que ser dulce, sí, dulce.

Calderón, querer a Betty no es ningún delito. ¿Sabe que sí es un delito? Hacerle lo que le estoy haciendo a esa pobre mujer, a esa pobre mujer que las 24 horas del día suspira por mí, a esa mujer que me ama y que me lo ha demostrado durante todo el tiempo,



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SEGUNDA NOCHE

El cuartel, Betty, Freddy, Wilson, Armando, y Hugo han ido al Museo Nacional a ver una exhibición de pinturas de Pablo Picasso y a escuchar una charla por Catalina. Armando en realidad fue para poderse ver con Betty, en especial porque aunque Cata la invitó, Marcela dijo que no iba. Sin embargo, Marcela está con el radar prendido porque cree que Armando se le va a escapar con "la otra" y que Betty lo está ayudando (¡si supiera Marce!). Así que decide ir y Patricia la lleva. Mientras Armando se está viendo con Betty en la sala de pinturas de Fernando Botero, Marcela llega y le pide a Berta que le busque a Armando...

Betty: Doctor...

Armando: Betty, menos mal vino acá. Vea, yo, yo quería pedirle disculpas porque sé que me porté muy grosero con usted delante de Adriana.
Betty: No, usted no fue grosero, doctor. Yo fui imprudente, porque yo debí entender que usted quería privacidad con ella.
Armando: Sí, pero no esa clase de privacidad que usted está interpretando.
Betty: Yo entiendo por privacidad una sola cosa. Usted quería estar a solas con ella. Además, yo no le estoy pidiendo ninguna explicación, doctor. Al fin de cuentas usted es el presidente y yo su asistente. Además, todo pasó en horas laborales y desde que yo trabajo con usted, sé perfectamente sus necesidades con las modelos.
Armando: Beatriz, Beatriz... ¿Usted de qué necesidades está hablando? Vea, me hace sentir como un, un degenerado.
Betty: Los dos sabemos que usted siempre ha sentido debilidad por las modelos. Pero no se preocupe, yo lo entiendo. Además, ella es una mujer muy atractiva, muy simpática, una mujer como para usted, doctor.
Armando: ¿Será que puede dejar de decir estupideces, Beatriz?
Betty: Sí, doctor. Voy a dejar de decir estupideces. Le pido un permiso, me están esperando abajo.
Armando: Pero espere un momento... ¡Betty, Betty, Beatriz, Beatriz, Betty! Escúcheme un momento, por favor. Usted no se puede ir, Beatriz. ¡Qué no se puede ir sin escucharme, por favor! ¿Sí? Vea, es que yo mañana viajo fuera del país. No voy a estar por un tiempo. Hablemos, por favor, ¿sí? Hablemos...
Betty: Pero aquí no, doctor. Es peligroso, nos pueden ver.
Armando: Entonces, vayámonos de aquí...
Berta llega a donde están Betty y Armando... Ellos la ven y Armando y Betty se esconden.
Berta: ¡Don Armando, Don Armando!
Armando: ¿Qué quiere, Berta?
Berta: Eh, eh, Don Armando, Doña Marcela lo está buscando.
Armando: ¿Marcela, Marcela está aquí?
Berta: Sí señor, está allá abajo.
Betty sigue escondida y Armando va a donde ella...
Betty: Doctor, vaya...
Armando: Yo no voy sin usted...
Betty: Pero Doña Marcela lo está esperando...
Armando: Yo vine acá por usted, y me voy con usted.
Betty: Doctor, ¿se volvió loco? ¿Usted sabe lo que va a pensar Doña Marcela cuando nos vea salir juntos?
Armando: No va a pensar nada porque NO NOS VA A VER. ¡Vamos!
Betty: Doctor, ¿cuántos se ha tomado?
Armando: No me he tomado ninguno, Beatriz.
Betty: Berta está esperando una respuesta.
Armando: Ya, ya se la doy. Berta...
Berta: Sí, doctor...
Armando: Vea, hágame un favor. Baje y dígale a Marcela que usted no me encontró.
Berta: ¿Qué no lo encontré, doctor? Si aquí lo estoy viendo, o ¿es que usted es un fantasmita del museo o qué?
Armando: Ja, ja, ja. Baje y dígale que no me encontró, ¿sí?
Berta: Ay, doctor, ¿usted me va a poner a decirle una mentira a Doña Marcela?
Armando: Vea Berta, usted simplemente va a bajar y le va a decir que no me encontró. Ahora si se le llega a soltar la lengua, créame que antes de echarla de EcoModa se la corto.
Berta: No, doctor, tranquilo. No se me va a soltar la lengua. Yo la voy a tener bien enredadita.
Armando: Bien...
Berta: Bueno, doctor, ¿una preguntica?
Armando: ¡¿QUÉ!?
Berta: Estos cuadritos, ¿todos son de Fernando Botero?
Armando: Sí, todos los cuadritos son de Fernando Botero, los de más allá son de Obregón, y los de más allá son de Guillermo Wiederman. ¿Alguna otra preguntica?
Berta: Eh, no, doctor, gracias.
Betty: Doctor, Doña Marcela lo va a matar cuando se dé cuenta que se fue y que encima de todo se fue conmigo.
Armando: Beatriz, ella no sospecha nada de los dos...
Betty: Sí, pero va a empezar a sospechar.
Armando: ¿Será que nos podemos retirar de acá, nos podemos ir?
Betty: ¿Y que tal que nos vean?
Armando: Nadie nos va a ver, camine, vamos, nadie nos va a ver.
Berta se encuentra con Marcela y Patricia quiénes le preguntan si vio a Armando y Betty. Ella les miente que no, y mientras están hablando, detrás de Marcela y Patricia, Armando y Betty suben las escaleras y salen del Museo. Berta está toda rara y Marcela y Patricia se ponen a buscar a Armando ya que no le creyeron.
Armando: Sí, ¿se dio cuenta que no pasaba nada?
Betty: ¡Berta nos vio!
Armando: Usted se encarga mañana de calmarla, tranquila, Beatriz.
Marcela y Patricia siguen buscando a Armando pero nada... Marcela dice que obviamente se le "voló" con la otra y que todo es culpa de Patricia por hacerlas llegar tarde al Museo.
Betty: Doctor, se va a meter en un problema terrible...

Armando: No, Beatriz. A mí no me importa el problema. Me importa usted, entiéndalo. Súbase (al carro). Vea, Beatriz, yo quiero que usted sepa que para mí usted es más importante que cualquier Adriana Arboleda, que Marcela, que cualquier mujer. Eso es todo.
Betty: Eso no es cierto...
Armando: Claro que es cierto... Claro que es cierto...
¡Y la besa! No se han ido del Museo y Armandito la besa -- y sin embellecedores o inspiradores... Se escucha el celular sonando...
Armando: Dios mío, el celular...
Betty: ¿Quién es, Doña Marcela? Contéstele, contéstele, por favor, es peor si no lo hace, Don Armando. ¿Qué tal que le hayan dicho que nos vieron salir juntos? ¡Contéstele!
Armando: Bueno, ya, ya, ya, sí, está bien. ¿Aló?
Marcela: ¿Dónde estás?
Armando: ¿Yo? Eh, yo estoy saliendo del Museo Nacional. ¿Y tú, dónde estás que se oye tanto bullicio? Parece un lugar público...
Marcela: En el Museo Nacional...
Armando: En el Museo Nacional, ah, ¿y qué haces, qué haces en el Museo?
Marcela: Pues, para que te enteres, Catalina también me invitó.
Armando: Bueno, y entonces, ¿por qué no me contaste, mi amor? Te, te hubiera esperado.
Marcela: Ay, mi amor, quería darte la sorpresa...
Armando: Ay, que bueno, que bueno. Sí, yo ya, yo ya salí de ahí. Te dije que solo iba a estar solo un momento con los empleados y que luego me volaba. 

Marcela: ¿Y por qué no te despediste de nadie?
Armando: No, porque si me despido de alguien Catalina se da cuenta y no me dejar salir de ahí.
Marcela: ¿Con quién estás?
Armando: ¿Yo?
Marcela: Sí, tú.
Armando: Con Betty.
Marcela: Ah, sí. Y, ¿haciendo qué?
Armando: No, lo que pasa es que me tocó sacarla del Museo porque tenemos que cuadrar algunas cosas, Marcela.
Marcela: ¿Qué cosas?
Armando: Sí, mi amor, mañana salimos muy temprano para Palm Beach y, y a mí me quedan una serie de cuestiones que discutir con Betty, ella se va a quedar al fin y al cabo al frente... Entonces mañana no voy a tener tiempo de hacer eso. Entonces, decidí hacerlo ahora.
Marcela: O sea, ¿que no ibas a llegar tan temprano como decías a mi apartamento?

Armando: Marcela, un momento. Yo te dije que iba al Museo a ver la exposición y que me quedaba un rato y que me iba a demorar un par de horas. ¡Eso hice exactamente! Me fui a la exposición y luego salí y ahora voy a empezar a cuadrar unas cosas de negocios, de trabajo con Beatriz. Y te voy a decir una cosa... ¡Todavía estoy dentro del tiempo, además no veo porque me estás reclamando si tú, si tú ni siquiera estás en el apartamento! ¡Marcela, ni si quiera estás allá! ¿Con quién esperabas verme? ¿Ah? A ver, cuénteme, dime con quién esperabas sorprenderme, ¿qué te dijeron los empleados de EcoModa, que con quién estaba yo o qué?

Durante todo esto, Betty está tratando de que Armando se calme y deje de gritarle a Marcela, pero sin resultados...
Marcela: No, a mí nadie me ha contado nada.
Armando: No claro, no te han contado nada porque ¡yo no estoy haciendo nada malo, Marcela, así de sencillo!
Marcela: Ah, okay, okay, okay. ¿A qué hora nos vemos?
Armando: Más tarde nos vemos.
Marcela: Está bien, allá nos vemos.
Marcela le dice a Patricia que Armando está con Betty y que no debió haber ido al Museo porque se delató con Armando. Patricia le dice que está muy confiada de lo que le dice Armando. Marcela le dice que fue un error haberla llevado con ella... 

Armando: Bueno, pero al fin qué, Beatriz, dígame al fin qué, ¿usted de que lado está? Usted sabe perfectamente que tengo que hacer esto, que no tengo otra opción.

Betty: Doctor, yo me siento muy mal, tantas mentiras a Doña Marcela, encima de todo usted maltratándola, no eso no me hace sentir mejor.
Armando: Bueno pero, ¿entonces que sugiere?
Betty: Doctor, usted se va de viaje mañana con ella, van a tener tiempo juntos, va a tener tiempo para ella. Yo creo que lo mejor es que le de una oportunidad. Que se den una oportunidad los dos.
Armando: Beatriz, ¿usted qué está diciendo? ¿Eso es lo que usted quiere? Míreme a los ojos, ¿de verdad es lo que quiere? Empieza a sonar el celular otra vez... Maldita sea el celular...
Betty: Ay, Doctor, si es Doña Marcela, yo no quiero oír la conversación., por favor, pare, pare aquí...
Armando: No, no, pare, pare, no, es Mario, es Mario, cálmese un momento, por favor...
Mario llamó para ver si Armando había conseguido reunirse con Betty. Armando le dice que sí, le explica también que casi se encuentran con Marcela. En "clave" le habla a Mario, cosa de que Betty no entienda que están hablando de ella. Le dice que va a llevar a Betty a su casa y que luego tiene otra cosa que hacer. Mario le dice que no salga con Betty a ningún lugar público ya que Marcela está husmeando por todos lados. Le dice que puede usar su apartamento si quiere...
Betty: ¿Para dónde va, Doctor? Por aquí no es mi casa.
Armando: Yo sé que por aquí no es su casa, pero, ¿usted sí tiene ganas de que yo la lleve a su casa?
Betty: Yo creo que es lo mejor.
Armando: ¿Qué, usted quiere que yo la lleve a su casa? Maldita sea, maldita sea, Beatriz. Yo lo único que quiero esta noche es estar con usted. Me voy mañana, acuérdese. Yo fui al Museo hoy única y exclusivamente para recogerla, para verla, para sentirla a mi lado, para estar con usted. Cuando nos encontramos con Marcela, arriesgué la vida y la sigo arriesgando hasta este momento. Todo lo que he hecho es para decirle a usted que la adoro, que usted está por encima de cualquier otra mujer, que está por encima de Adriana Arboleda, que está por encima de Marcela, de, de todas. Y lo único que usted tiene para decirme es que, nada, que me vaya con Marcela a Palm Beach, que pase una luna de miel maravillosa con ella, para que nos acerquemos. ¿Eso es lo que quiere? Okay, yo ya mismo la llevo a su casa porque es lo que usted me está pidiendo a mí. ¡Yo no me merezco esto! (que descarado el bello bobo, ¿no?)
Betty: Doctor, espere, espere. Doctor, perdóneme, perdóneme. Yo quiero que usted entienda que, que para mí no ha sido fácil lo de Adriana Arboleda, y ahora el conflicto con Doña Marcela. Me está matando, 
Doctor. Yo no sé que hacer, no, no sé como comportarme. Yo, yo creo que estoy actuando muy mal. 

Armando: ¿Pero usted sí quiere estar conmigo? 

Betty: Claro que sí, Doctor, claro que sí... Es, es, lo que más quiero en el mundo. Pero usted se va mañana, y no voy a estar completa sin usted, Doctor. El no estar a su lado no va a ser nada fácil para mí...
Armando: Betty, mi, Betty, nadie dijo que esto iba a ser fácil. Nosotros sabíamos que iba a ser muy difícil todo este camino. Pero, ¿sabe qué? Usted a mí también me va a hacer muchísima falta. La voy a extrañar muchísimo, Betty...
Betty: Doctor...
Armando: Mi Betty...
Y se besan otra vez (y recuerden, ¡sin ayudita para el doctorcito! )
Armando: Beatriz, es mejor que salgamos de aquí. Es peligroso que nos vean juntos.
Betty: Sí, sí, Doctor. Vamos a otra parte, de pronto por acá hay un bar, un restaurante...
Armando: No, no, no, no podemos ir a un bar ni a un restaurante. Acuérdese que Marcela está paranoica y nos va a empezar a buscar por todas partes.
Betty: ¿Entonces a dónde vamos?
Armando: (como si fuera una idea que se le acaba de ocurrir -- que tipo este, ¿no?) Al apartamento de Mario, podemos ir...
Betty: ¡¿Qué?! ¿Cómo se le ocurre, Doctor? ¿Qué va a pensar Don Mario? No, además usted me prometió que él nunca se iba a enterar de nada (pobre, pobre, pobre ilusa e inocente Betty...)
Armando: No, y no, y ni se va a enterar, no crea, él no se va a enterar de absolutamente nada. Acuérdese que él me llamó y yo le dije que yo la llevaba ahora a su casa a usted, y que después tenía otro compromiso. Entonces él, muy amablemente, se ofreció a prestarme su apartamento. Me dijo que me dejaba las llaves con el portero, que me las dejaba en la portería. Que fuera tranquilo. Así que nosotros vamos para allá y yo le aseguro que nadie va a tener porque enterarse. O... bueno, también podríamos ir a mi casa, ¿no? Es cierto, pero, pero no es un sitio recomendable. Va a ser el primer lugar donde Marcela va a ir a revisar. Entonces, yo pues así no sé, que, que quiere que hagamos. Porque si quiere, la dejo en su casa y... nos quedamos así... (tan dramático y tan sufrido, el pobrecito...)
Betty: No, doctor, vamos a donde usted diga.
Armando: Tan divina, Beatriz, usted... (¡Y la vuelve a besar!)
Llegan al edificio de Mario... Armando tratando de ser lo menos obvio posible, le pide las llaves al portero, que hace todos sus comentarios a cerca de las veces que Armando ha estado allí antes, y que si quiere que le estacione el carro por si se va a quedar mucho tiempo... La pobre Betty está como que en shock... Y Armando, bueno -- a lo trágame tierra...
AR- Eh... eh. Siga, siga Beatriz... Bien.
B- ¿Usted viene acá mucho, no doctor?
AR.Eh..Eh..Pues sí, claro, es el...es el apartamento de... de mi mejor amigo, de Mario Calderón..Tengo que venir, ¿no?
B- Sí, claro viene a visitarlo. Viene a visitarlo solo, ¿no? O, bueno no exactamente solo, ¿no?
AR- Pues sí...he venido algunas veces con compañía por supuesto..Pero hace mucho tiempo... que no venia por acá.
B- ¿A que horas viene Don Mario?
AR- Dijo que no viene esta noche Beatriz
B- Claro ustedes tienen sus claves...me imagino que cuando usted viene, él no puede venir?
AR- ¿Quiere algo de tomar?
B- ¿Tiene jugo de mora?
AR- ¿¿¿¿Jugo de mora??? Déjeme ver a ver que encuentro. ..Hay jugo de mandarina....
B- Sí, está bien doctor...
AR- ¿Le gustaría con un poquito de vodka?
B- No...no quiero licor, gracias.
AR- Bueno...eh..yo sí me voy a servir como.....como un whiskey.....claro que es el primer whiskey del día Beatriz...y..y el ultimo..
B- ¿Me presta el teléfono, doctor?? Tengo que llamar a mi papá debe estar preocupado.
AR- Si...si si claro.....esta allí.
Betty llama a su padre.......
B- Que pena don Armando..me toco decirle que también estábamos con don Mario Calderón...porque sino mi papá se preocupa mucho...se molesta un poco.
AR- No tiene porque darme explicaciones Beatriz. Yo sé que su papá la cuida a usted muchísimo...No hay ningún problema en eso.
B- Me cuida como si fuera una reina de belleza jaja.....como si fuera una súper modelo.....como hija, jaja.
AR- Bien...en todo caso yo creo que él tiene una hija muy especial..Tiene razón....en... pues en cuidarla como la cuida, Beatriz.
B- Porque usted me ve con otros ojos.
AR- No...no no diga eso Beatriz.....eso no es así ...acuérdese lo que yo le he dicho todo el tiempo...que usted es una mujer que uno tiene que...que descubrir.
B- Por favor doctor...no se esfuerce en hablar de mi inteligencia, de mi lealtad, o de las otras cualidades que menciono la otra noche.....
AR- Eh..eh. bien Beatriz..eso no es puro cuento...es una verdad de las de verdad....a cada quien lo de cada quien...y eso es suyo...
B- Usted sabe que por esas cualidades.....por esa especialidad Don Mario va a saber que estuve aquí.
AR- mmm Un momento..eso si no entiendo. ¿Por qué?
B- Pues porque el portero le va a contar que usted vino con una mujer a su apartamento..y va a saber que fui yo.
AR- Beatriz yo sé que a usted no le gustaron los comentarios que el portero hizo cuando entramos. ¿Sí?...todo aquello de que yo siempre vengo acá muy bien acompañado y todas esas cosas..eh..de cierta manera pues puede sonar verdadero... pero no lo es... porque yo hace mucho tiempo que no vengo acá...además Beatriz usted para el portero es una mujer más...
B- Eso no es cierto...usted no entro con una mujer más....
AR- No..no no me malinterprete Beatriz....de verdad no me malinterprete yo no quise decir eso...por supuesto que para mí usted es una mujer muy especial..pero para el portero es una mujer más.
B- Exactamente...por eso cuando Don Mario le pregunte con quien entró...
AR- NO..no no no.....es que Mario no va a preguntar.
B- Los dos lo conocemos doctor...
AR- Pues sí..pero....en todo caso el portero no conoce su nombre.
B- No es necesario...cuando Don Mario le pida la descripción de la mujer que entro con usted él lo va a deducir fácilmente .......porque si la descripción fuera...la de una mujer alta, rubia...o una morena acuerpada o una mujer muy atractiva....seguramente Don Mario no va a saber de quien se trata...tendría que revisar las fotos de los archivos que tiene en el computador..Porque no creo que coincida con las de muchas mujeres...si me describe..Don Mario va a decir que se.....que se trajo a Betty.
AR- No...no pero eso no es así Beatriz....no diga eso.
B- ¿Cuántas mujeres feas han traído a este apartamento?
AR- No...no tenemos necesidad de hablarnos de esa manera Beatriz...por favor.
B- ¡Ninguna doctor, ninguna!!! Usted jamás estaría con una mujer fea a su lado... yo soy la primera...y la última en su vida...yo sé que esto para usted es un paréntesis en su vida, un accidente..pero tarde o temprano va a tener que volver a su vida normal.....y si no se casa con Doña Marcela seguramente va a aparecer una mujer bonita, una mujer de clase.....para usted.
AR- Beatriz no diga eso, ¿sí?...no diga eso
B- Ay doctor por favor seamos francos..ningún hombre soñaría con casarse con una mujer fea...menos con realizar su vida..con tener una relación larga y seria
AR- ¡¡Esto es una relación seria, Beatriz!
B- Pero usted sabe que no va para ninguna parte doctor....usted jamás me podría exhibir en público, su familia no lo permitiría....seria un escándalo...usted podría perder la empresa..podría....podrían desheredarlo..además usted sabe perfectamente que yo no soy la mujer para usted
AR- Betty se lo ruego de verdad...no me hable más así, se lo ruego por favor.
B- Claro que si doctor...eso me quedó muy claro con lo que paso con Adriana Arboleda..Doctor usted sueña con ella...o por lo menos con una mujer como ella...como dicen las del cuartel...usted hace juego con ella...hacen buena pareja..es una mujer como para usted doctor...
AR- ¡¡¡No mas!!!!! Beatriz no siga con ese cuento por favor...se lo ruego, yo ya le aclare lo que paso con Adriana Arboleda...no siga mas con eso, ¿sí?
B- Ay doctor, yo no me siento bien...lo mejor es que me vaya.
Betty intenta retirarse del apartamento, pero Armando la detiene.
AR- NO..no...usted no se puede ir.. usted no se puede ir de aquí.
B- Doctor usted tiene que irse, Doña Marcela lo esta esperando...por mi no se preocupe yo tomo un taxi..mañana hablamos.
AR- No, no hablamos mañana..usted se queda aquí...usted no se puede ir, por favor..usted no se puede ir.
B- Doctor por favor....me incomoda todo..me incomoda que lo estén esperando..me incomoda este apartamento donde usted ha estado con muchas mujeres.
AR- Ninguna...óigame bien.....ninguna..tan especial como usted...
B- Ninguna tan fea como yo.
Armando comienza a besarla
AR- Ninguna tan especial, ninguna tan dulce, ninguna tan buena, ninguna que me despierte lo que usted me despierta....
B- Esto es terrible para mi doctor....
AR- ¿Por qué ¿Por qué?
B- Porque lo amo doctor...lo amo...pero tengo miedo....tengo miedo doctor...tengo miedo de lo que va a pasar..tengo miedo de sufrir...tengo miedo de perderlo..pero también tengo miedo de seguir con usted...
AR- Beatriz míreme.....míreme..no tiene porque tener miedo....nada...nada de miedo.
B- Lo amo tanto doctor..lo amo.
AR- Y yo a usted...yo a usted la amo...

Entonces pasó lo que tenía que pasar, entre muchos besos y abrazos, etc... Nos encontramos con los dos tortolitos otra vez... 


Betty: Fue muy lindo, doctor, muy lindo...

Armando: Yo lo sé, Beatriz, fue muy, pero muy lindo...
Betty: Doctor, yo creo que es mejor que nos vayamos... Lo están esperando...
Armandito no está con muchas ganas de irse y sigue besando a Betty...
Armando: Yo sé, Beatriz, yo sé... Lo que pasa es que toda la noche me ha estado cuestionando todo mi pasado con las mujeres. ¿No es cierto? Yo me quedé pensando y creo que antes de irnos es bueno que me toque el turno a mí. Dígame, ¿cuándo me va a contar como fue esa primera experiencia?
Betty: ¿Es muy importante para usted saberlo?
Armando: Sí, usted sabe ya mucho de mi pasado. A mí me encantaría conocer el suyo. Claro, Beatriz, si usted así lo quiere, ¿no?
Betty: Sí, Doctor, se lo voy a contar. Pero no es una historia muy agradable...
Armando: Eso a mí no me importa...

Armando escucha muy atento mientras Betty le cuenta a cerca de Miguel, a quién conoció en el barrio gracias a Román y sus secuaces. Este Miguel se interesó en ella y ella se emocionó cantidad por ser el primer hombre en fijarse en ella de esa manera. Se enamoró. Un día, Miguel le propuso que hicieran el amor, y Betty después de pensarlo un micro-segundo (la pobre), aceptó... y después de eso, no volvió a saber más del desgraciado de Miguel...



Lo fue a buscar a su casa, pero su mamá le dijo que lo dejara de molestar. Se encontró en la calle con Gloria, una de las del grupo de Román. Ahí fue que Betty se enteró de que todos sabían que se había acostado con Miguel (que horror para ella), y que había sido por plata... Una noche, rumbo a la universidad, se encontró con Miguel, Román, y los demás... Román le dijo que dejara tranquilo al "galán" y que no le había gustado que lo hubiera hecho perder plata. Qué él no se imaginaba que Betty fuera tan fácil ni tan poco inteligente. Armando a todas estas se está muriendo, porque se da cuenta que el gran plan que diseñaron con Mario es muy parecido a lo que le pasó a Betty por culpa de Miguel y Román. Ella le cuenta de que Miguel la enamoró con detalles, tarjetas, chocolates... Armando le pregunta si Nicolás había estado envuelto en todo esto, y ella le dice que por supuesto que no, que cuando se enteró estuvo con ella para apoyarla. Esto le da como que celos a Armandito...  


Betty le dice que después de enterarse de lo que había pasado, más bien quería morirse. No quería salir ni ir a la universidad. Que su mamá sabía lo que había pasado, pero que aunque Don Hermes no supo todos los detalles, se imaginó que Miguel le había hecho algo y lo corrió del barrio. Armando la abraza y le da un beso en la frente y le dice que no debe sentirse así por esa gente, que no valen la pena. Y la cosa se pone peor, porque Betty le dice que él, sí, nuestro querido Armandito, le ha devuelto la ilusión y la fe en el amor (¡Qué horror!). Armando trata de decirle que él no es como Miguel (ni él se cree ese cuento) y que ella no se merece que le hagan algo así. Pero el daño está hecho. Armando ya sabe que es una rata como Miguel.

Betty le dice que se va a cambiar al baño y cuando ella se va Armando se recrimina a sí mismo (por supuesto). El celular suena y es Marcela (¿Quién más iba a ser?) y él le miente diciéndole que va en camino a su apartamento a empacar... Betty en el baño se dice que tenía que contarle la historia a Armando. Cuando sube le dice que había escuchado el celular y él le dice que Marcela lo había llamado. Ella trata de que él se vaya y le dice que se va en un taxi, pero el le dice que no, que él la lleva a su casa. Se vuelven a besar.... 

Vemos cuando llegan a casa de Betty, ella dormida y él la despierta con mucha dulzura. Vuelven a decirse lo lindo que fue estar juntos y cuando Armando le desea que duerma bien, ella le dice que lo que va a hacer es soñar con él... Él le dice que también soñará con ella. Cuando Betty entra a su casa, Armando se dice que no puede hacerle esto a Betty... Por supuesto, nuestro querido bello bobo ya está enamorado y no se lo quiere admitir... ¡Y como las va a pagar!

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Estes textos não são meus: todos os direitos são reservados primeiro aos produtores da novela, e depois àqueles que, tão dedicadamente como eu, se deram ao trabalho de passar hooooras (tenho certeza) ouvindo e digitando estas maravilhas!

Parabéns à todos nós!


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O link para o site original e este:
http://www.setbb.com/phpbb/viewtopic.php?t=106&view=previous&mforum=yosoybealafea

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PRIMER BESO

Después de Mario irse, Marcela llama a Armando por el celular para averiguar en que anda. Como le dice que está con Betty, pues Marcela se queda tranquila. Armando regresa a la mesa a encontrarse con Betty, pero no sin antes decir su mantra...

Armando: Adriana Arboleda, Adriana Arboleda, Adrianita Arboleda...
Betty: ¿Tuvo problemas?
Armando: Los de siempre...
Betty: ¿Le dijo que estaba conmigo?
Armando: Sí...
Betty: ¿Y que le dijo?
Armando: Ah, se tranquilizó...
Betty: Doctor, ¿quiere que le siga explicando lo del negocio de las franquicias?
Armando: No, no quiero más franquicias por hoy. De verdad, gracias, Betty. Yo quiero que hablemos, pues, de otras cosas. Quiero que hablemos, por ejemplo, de usted y de mí... Siempre que usted pensará que nunca me fijo en lo que usted hace por mí.
Betty: No, no, nunca he pensado eso, doctor. Yo sé que usted en una persona muy ocupada, y que tiene muchas tensiones. No se la puede pasar todo el día diciéndome gracias Betty, muy amable Betty, le agradezco Betty (se ríe)...
Armando: Betty, ¿será que puedo terminar lo que quiero decir? Sí, a ver, mire más o menos...
Betty: No, no tiene que explicarme, doctor, por eso me pagan...
Armando: ¿Puedo terminar de hablar, sí, me deja?
Betty: Sí, sí, doctor...
Armando: Gracias. A ver, la idea es más o menos la siguiente. Yo sí me fijo en todo lo que usted hace por mí día a día. Yo sé que pensará usted que yo soy un indolente, insensible, un hombre sin, o no, un hombre de piedra. No lo soy, no lo soy, no lo soy, Beatriz. ¿Verdad? Y, y, ¿sabe qué? Que quiero decirle una cosa que me nace. Es que usted es una persona muy especial para mí.
Betty: Gracias, doctor, usted también es una persona que, que yo aprecio mucho.
Armando: Gracias, Betty. Bonita la canción, ¿o no? (se escucha la canción Locura mía... ¡tengo que encontrar la letra para ponerla acá! -- dice algo como "locura mía, el pretender que tú llegaras a quererme... si ya son tantos los fracasos que he tenido, que yo debiera acostumbrarme a mi amargura, locura mía el pretender que fueras mía...")
Betty: Sí, es divina.
Armando: ¿Bailamos, o qué?
Betty: ¿Cómo?
Armando: Si bailamos...
Betty: ¿Usted y yo?
Armando: No, no, claro usted y yo, Betty, ¿quién más?
Betty: ¿Pero está seguro, doctor? Es que nunca lo había visto así y no pensé que le interesara bailar conmigo.
Armando: ¿Quiere bailar o no quiere bailar? ¿Qué quiere, sí o no?
Betty: ¡ Sí, sí, claro!
Armando: Bueno, pues bailamos entonces, ¿qué, ah?
Mientras caminan hacia la pista de baile, Betty se dice a sí misma: ¡me invitó a bailar, me invitó a bailar! La pobre...
Betty: (que aparentemente le dio un par de pisotones a Armandito) Que pena, doctor, es que hace mucho que no salgo a bailar...
Armando: No, no, tranquila, que yo no soy ningún experto...
Betty está pensando.... ¡No lo puedo creer, no lo puedo creer! A la vez que Armando, pero con un tono de espanto, ¡ piensa igual! Armando empieza a bailar más pegado a Betty, y su cara es una de que no le gusta nada lo que está haciendo. Mientras, Betty tiene los ojos cerrados y está en las nubes de felicidad. 

La canción se acaba y empieza una más movida... La pobre Betty empieza a bailar pero Armando le pone cara de que era nada más que una pieza lo que iban a bailar
Regresan a la mesa y Armando se sirve otro trago de la botella de whiskey que está casi vacía ya.

Betty: Ay, doctor, que pena que me entrometa, pero, ¿no cree que está tomando demasiado? Y ahora tiene que manejar...
Armando: Yo estoy tomando rico... ¿O es qué, qué, cuál es el problema con usted, Beatriz? No, ¿soy tan aburrido, mejor dicho que...?
Betty: No, no, no, doctor, no es eso...
Armando: Entonces, explíqueme, porque yo no entiendo, no... Desde que se fue Calderón usted lo único que ha querido es que no tomemos, que no bailemos, que no hagamos esto, que no hagamos lo otro, que nos vayamos. Pero, Beatriz, dígame: ¿soy un tipo tan aburrido?
Betty: No, no, no, doctor, para nada. Lo que pasa es que yo sé que usted está muy estresado por lo de la empresa, por Doña Marcela, y también sé que no está en un sitio para usted. Y que la compañía no es la que acostumbra.
Armando: Beatriz de pronto en la primera parte tiene razón, pero en la segunda se equivoca totalmente. Yo hoy estoy estresado, estoy nervioso por la empresa, Marcela me tiene hasta acá (se toca la frente), me tiene preocupadísimo. Pero la segunda parte, hombre, vea, yo estoy acá feliz, ¿ve, entiende? Estoy tomando rico, estoy haciendo algo diferente, me estoy desestresando bien. Y en cuanto a la compañía, a mí me encanta la compañía, Betty...
Betty: Doctor, yo creo que es mejor que tome más despacio. O, o, que mezcle hielo o agua al whiskey. Es que no está coordinando con lo que está diciendo.
Armando: ¿Cómo que no estoy coordinando lo que estoy diciendo? ´¿Por qué, por qué le digo: Beatriz, me encanta estar con usted? ¿Por qué digo, Beatriz, camine, vamos a bailar? ¿Por eso no estoy coordinando yo lo que estoy diciendo? No, le voy a decir una cosa, ¿sabe? Ahí con su juguito de mora. Vea, cuando usted comenzó a trabajar conmigo, de pronto si la hubieran votado, pues a mí no me hubiera pasado nada. No me hubiera afectado. Pero si usted se llega a ir ahora, yo no soportaría estar sin usted.
Betty: Pero es cuestión de costumbre, doctor. Yo estoy segura que, que, si me voy de EcoModa y dejo todo organizado para que llegue otra asistente, le va a cumplir...
¡Aquí se empieza a escuchar el tema musical de la película Tiburón (Jaws), que seguirá siendo el tema de este beso tan especial! Y Armando está cada vez con la lengua más tropelosa de todos los tragos que se ha dado... 

Armando: No, no, no, no, yo no estoy hablando de otra asistente, no, yo estoy hablando de usted, increíble, usted, usted me haría falta como mujer...

Betty: Ay, doctor, no siga tomando más, por favor...
Armando: ¿Por qué? Yo necesito tomar, necesito tomar, mire... Y, ¿sabe por qué? ¿Sabe por qué necesito tomar? (se da otro trago que parece que le quema el esófago porque dice "¡Wow!") Porque necesito sacar, sacar lo que tengo adentro y que siento por usted. No, es en serio. No me mire así con esos ojos saltones, así, no me mire así. Le voy a decir, vea, desde que yo supe que usted tenía novio, sí...
Betty: ¡Pero es que yo no tengo novio, doctor!
Armando: Bueno, bueno, bueno, lo que sea, a mí no me importa. Desde que supe que existía Nicolás Mora, yo me empecé a sentir, me empecé a sentir como mal. Yo sentía, sentía como una zozobra dentro de mía, sentía como una, un malestar, algo que no me gustaba, y reflexioné y me puse a pensar, reflexionando, y me dije: Armando, ¿qué te pasa? Y descubrí que tenía celos, descubrí que tenía celos de Nicolás Mora...
Betty: Doctor, no juegue...
Armando: ¿Tengo cara de payaso? No, es verdad. Yo no puedo con eso, yo no puedo con eso...
Betty: Doctor, pero es que yo no tengo nada con Nicolás, ya se lo he dicho mil veces. Y por favor, cambiemos el tema porque usted no sabe lo que está diciendo...
Armando: ¿No sé lo que estoy diciendo? ¿Sabe qué? Beatriz, ¿quiere que le diga una cosa de verdad? Usted, a mí, me ¡O B S E S I O N A! (aquí el tema de Tiburón llega a su punto... la cara de Armando es un poema de disgusto)
Betty se levanta porque esto se le ha puesto como que fuerte para ella...
Betty: Doctor, si me permite voy a ir al baño...
Armando: Quietica quietica... ¿Usted no oye lo que le estoy diciendo? Usted me encanta, me fascina...

Betty: Doctor, ¿qué hace?

Armando besa a Betty, y la pobrecita (¿quién no, con semejante sorpresa -- aunque sea un desgraciado?) se desmaya...
Armando: (dándole palmaditas en la cara para que se despierte) ¡Beatriz, Beatriz, Beatriz, Beatriz! ¿Qué le pasó? ¡Despierte, Betty, Beatriz!
Betty: Doctor, dígame que es un sueño...
Armando: (toma la mano de Betty y se toca la cara) No, no, esto no es un sueño, no, yo estoy aquí, toque, yo estoy aquí, soy de verdad...
Betty: Ay, doctor, que pena con usted. No sé que está pasando...
Armando: ¿Qué pasó?
Betty: Pero usted está muy tomado...
Armando: No...
Betty: Y yo me excedí... (se levanta mientras dice...) Hasta mañana, doctor, hasta mañana...
Armando: ¡Beatriz, Betty!
Betty sale corriendo del sitio, y Armando trata de ir tras ella, pero el mesero no lo deja porque no quiere que se vaya sin pagar la cuenta. Le dice que eso es lo típico de las parejas de novios cuando se pelean, y Armando le dice que Betty no es su novia, a lo que el mesero le contesta que los vio besándose... Afuera Betty se dice...
Betty: ¡Me besó, me besó! ¿Qué es esto!
Mientras que adentro, sentado otra vez en la mesa, Armando se toca los labios (pero no se nota muy disgustado que digamos...) y se dice...
Armando: La besé, la besé...
Betty llega a su casa y Don Hermes empieza con sus preguntas. Betty se despide de él y entra a su cuarto... Empieza a hablar sola, pero enseguida busca su diario y comienza a escribir...
Hoy se me cumplió un sueño, el sueño más anhelado y lejano de mi vida... Se me cumplió una fantasía que pensé que solo iba a terminar con mi muerte. Ay... ¡Don Armando se me declaró! Me dijo que estaba obsesionado, y ¡me besó! Sí, me besó en la boca. Yo sentí que el mundo se me iba. Pensé que era otra traición del deseo que siempre juega con mi imaginación, que siempre me hace aparecer a un Don Armando enamorado de mí y que siempre se me esfuma... Pero este Don Armando era real, él mismo me lo confirmó y pude cerciorarme de eso cuando acaricié su rostro, era el Don Armando de carne y hueso que está a mi lado todo el día, era el hombre severo e implacable del que me enamoré. ¡Fue un beso real! Pero algo pasa dentro de mí, no siento la felicidad que debería sentir cualquier mujer que sueña con un hombre imposible y que se le hace realidad. NO estoy saltando por mi habitación, ni pintando corazones por todas las paredes. TENGO MIEDO. No sé que es lo que ve en mí. ¿Qué tengo yo para obsesionarlo, para atraerlo, para que le haya provocado besarme? Él es un hombre importante, de apellidos, de tradición, él es un hombre codiciado por las mujeres más bellas, y lo peor, él está comprometido con Doña Marcela. Se va a casar, no puede existir nada entre él y yo. No soy la mujer para él. Yo no lo podría hacer feliz. Temo pensar que todo esto fue un accidente. Él estaba ebrio, deprimido, estresado. A lo mejor no sabía bien de lo que estaba hablando. Ni lo que estaba haciendo. Y si fue así, habré cometido el peor error de mi vida, porque cuando amanezca recordará que nos besamos, que se besó con su asistente fea. La que tiene depositada en ese hueco oscuro, y que desde allí delira por él las 24 horas del día... Tengo miedo de que cuando amanezca, los dos veamos los desastres de ese beso. Porque yo no sabré como mirarlo a la cara. Él se va a sentir incomodo conmigo. Tal vez ese beso sea mi muerte, porque tal vez signifique que tenga que alejarme de él, tal vez él quiera borrar todo esto que sé, será un manchón turbio en su vida, producto de una noche de tragos y quizás quiera limpiarlo desterrándome de su vida. Tengo miedo del amanecer...
Mientras escuchamos y vemos a Betty escribir en su diario, vemos a Armando llegar al apartamento de Marcela. Tiene una cara de preocupación, el pobre... Sigue tomando y en su cara se ven reflejados las mismas cosas que Betty está escribiendo. Cuando por fin entra al cuarto de Marcela (que está dormida), toma la foto de ellos dos y la mira... Es la primera vez que después de una de sus "fechorías" con otra mujer vemos que Armando siente un tipo de culpa. Hmmm...
Al otro día en EcoModa, Armando y Marcela llegan. Él con lentes oscuros para ayudarlo con el supremo guayabo que trae. Cuando entra en su oficina, ya Betty está en el "hueco". Otra vez él agarra la foto de él y Marcela y esta vez, después de mirarla, como que la vira al revés, para no verla. Betty lo saluda y los dos están como que no saben como actuar. Ella enseguida le pregunta como está y nota el "guayabón" que trae su jefe y ofrece irle a buscar un consomé para ayudarlo a sentirse bien (es que el desgraciado no se la merece...). Al salir de la oficina, Betty se tropieza con el rey de los desgraciados, Mario Calderón.


Capítulo 62, parte 4 de 4


Mario (a Armando): ¿Interrumpo algo? (Armando mueve la cabeza para indicar que no). ¡Quiero saberlo todo, en una palabra! ¿La besó? (Armando mueve la cabeza para indicar que sí). La reacción de Mario es comenzar a reírse como el desgraciado que es... ¡No puedo creerlo! ¿Y qué sintió, qué, traumatizante, horrible? Hermano, pero hábleme... Está escaso con las palabras, ¿qué, qué pasó? ¿Tiene todos los dientes completos? Pero, cuénteme... ¿Le dejó un pedazo de lengua en el bracket? (y se sigue riendo...)
Armando: Por Dios, no me joda que me estoy sintiendo muy mal...
Mario: Pues yo también me sentiría horrible si me hubiera tocado besar una vieja como Betty, hermano...
Armando: No se da cuenta...
Mario: ¿Siente rebote, está maluco de la panza, o qué?
Armando: Dése cuenta de lo que está pasando, estamos haciendo una canallada. Yo no sé de donde saqué las fuerza para decirle que estaba obsesionado por ella y para luego besarla. ¡Ay, Dios mío!
Mario: ¡Bueno, bueno! Pero, ¿qué hizo ella? ¿Se le lanzó a la yugular (hace un ruido como Hannibal Lecter de la película The Silence of the Lambs)? ¿Le pidió sexo? ¡Armando! Pilas, las feas son muy reprimidas, pero deles un chance "así" (hace con la mano un gesto de darles nada más que un poquito) y verá... Hermano, pero por favor, ¡detalles, cuénteme algo!
Armando: Nada. No hizo nada de eso, hermano.
Mario: Entonces...
Armando: No, se desmayó, se desmayó, pensó que no era real...
Mario: ¡Me morí! Óigame, a mí me está dando la impresión de que a usted lo afectó ese beso más que a Betty... O, o, ¿me equivoco?
Armando: Pues sabe que no se equivoca...
Mario: ¿Sí?
Armando: A mí ese beso me afectó mucho más que a ella. Yo, yo no sé, yo, es el beso más raro que he dado en toda mi vida, ese que di anoche. Yo no sé como fui capaz de hacerle eso a Beatriz. Yo, yo siento como si estuviera engañando a un ángel. Vea, Calderón, ¡Beatriz no se merece esto que le estamos haciendo!
Mario: Bueno, pero, pero, pero, dígame una cosa... ¿Usted está diciendo que había pasión en el beso de Betty? ¿Qué Betty está sintiendo cosas por usted?
Armando: Sí, sí, sí...
Mario: Ah, ¡pues entonces lo que siente por Nicolás no es tan fuerte!
Armando: Parece que no, y si es así, entonces yo cometí el peor error de mi vida. Cometí un crimen innecesariamente.
Mario: ¡No, no, señor! A Betty no la podemos descuidar. Puede que Betty esté sintiendo cosas por usted más fuertes que por Nicolás. Pero a Betty hay que apuntalarla. Ese tipo está detrás de la plata de ella. ¡De nuestra plata! Armando, lo que acabamos de empezar no lo podemos dejar a mitad de camino.
Armando: ¿Sabe qué, Calderón? Yo ayer tomé demasiado licor. Estaba muy borracho y ella terminó pensando que todo esto fue un asunto de tragos. Nada más. Es más, ni siquiera me tocó el tema ahoritica...
Mario: Pues le va a tocar confirmarle a ella lo que pasó ayer. Usted le tiene que decir que está obsesionado por ella.
Armando: ¡No puedo, yo no puedo hacer eso otra vez! Vea, primero, es una canallada contra Beatriz. Segundo, yo estoy con un guayabo mortal, está que se me cae la cabeza, que me derramo por dentro, y tengo también un guayabo moral. Además, le voy a decir una cosa... ¡Se me va a acabar el hígado, porque yo no puedo tomarme dos botellas de whiskey cada vez que voy a besar a Betty!
Mario: No, pero es que la confirmada de hoy es sin un trago encima o si no, no le va a creer. Es que la confirmada de hoy, hermano, es a palo seco...

2 comentários:

  1. estou emocionada, assisto sempre, e agora lendo parece que as emoções das palavras penetram no meu coração e fico encantada ao ler cada pedacinho.Tão envolvente, que me da a sensação de estar na mesma dor com a mesma intensidade, vou ler tudo, adorei, estou super feliz.

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